La preocupación más importante que por estas horas desvela al equipo económico de Mauricio Macri es el dólar barato. Y Brasil es un espejo que adelanta para el Gobierno.
La lluvia de dólares sobre el país vecino cuando encabezaba los BRICS (emergentes exitosos, entre los que se contaban además Rusia, India, China y Sudáfrica) sin un acompañamiento dereformas de fondo terminó en la actual debacle y en la necesidad de resolver los problemas de competitividad vía el tipo de cambio.
La historia es conocida por la Argentina como stop and go. Por eso, para el gabinete económico -que hoy se empeña en sumarse a Chile dentro de la OCDE- la principalpreocupación es un dólar barato.
«Nuestro éxito nos puede condenar», afirmó un importante referente del equipo económico. En la Casa Rosada descuentan que el blanqueo será un éxito y que, poco a poco, la Argentinasumará inversiones reales de todo el mundo.
«Va a haber un problema con la cantidad de dólares. Mi preocupación de largo plazo es que terminemos como Brasil», agregó desde su sillón en Casa de Gobierno.
En el Banco Central (BCRA), que preside Federico Sturzenegger, el temor es compartido. «Hoy, el problema es que el peso se está revaluando. Es un desafío mantener un tipo de cambio competitivo«, aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en declaraciones al programa La Quinta Pata en la TV Pública.
El dólar para la venta al público cerró ayer a un promedio de $14,13, valor que no mostraba desde enero, tras registrar otro retroceso de 4 centavos. El mayorista se hundió debajo de los $13,90 y si cerró a un promedio de $ 13,86 fue sólo porque el BCRA compró 154 millones de dólares.
En el corto plazo, a mediados de este mes, la decisión del BCRA fue restringir las compras de Letras del Banco Central (Lebac) sólo al mercado local. En enero, tras la salida del cepo, había impulsado las ventas a través del Euroclear con la intención de fomentar el ingreso de divisas. Esos tiempos terminaron.
Esa limitación fue una muestra de que el Gobierno impulsará medidas para frenar la entrada de capitales golondrina. Anteriormente, ya se había liberado el cupo de dólares para que los importadores paguen sus deudas con sus proveedores (un dato: ayer la recaudación mostró una suba de 62,9% en derechos de importación).En el BCRA ya afirman incluso que el fuerte ingreso de capitales que se registró en abril pasado se ralentizó en mayo.
«Macri era un empresario industrialista», recuerda el funcionario. Esa evocación del pasadobusca despejar cierta intranquilidad. No habrá nada parecido a una convertibilidad, el símbolo de los 90. «¿Habrá más devaluación?», preguntó La Nación a una fuente del Gobierno. «Sí, pero sólo para acompañar la inflación», responden.
En mayo la suba de precios será mayor al 4 por ciento. Para junio, el Gobierno espera un alza de un 3% y recién en agosto se llegará a cerca de un 2% de inflación. Es el mismo piso que regía durante la gestión de Axel Kicillof. «Sí», acordó el funcionario. «Pero desarmamos al monstruo, eliminamos todas las distorsiones y no habrá aumentos de tarifas este año», explicó.
El blanqueo y el futuro ingreso de inversiones extranjeras, algo que en el BCRA afirman ya es una realidad, es lo que realmente preocupa al oficialismo. Además está la soja. La tonelada en ayer en Chicago se cotizó en u$s415,94 y los precios están en el mayor nivel desde mediados de 2014.
«El yuyo» acumula ocho semanas con balances positivos en Chicago, producto, en buena medida, de las pérdidas de volumen y calidad en la cosecha argentina tras las lluvias de abril.
A mediano plazo, sin devaluar, el Gobierno buscará otras vías para mejorar la competitividad: aumentar la productividad con inversiones en bienes de capital a nivel micro y sumar en infraestructura. Además, negociar con los gremios, incluso modificando convenios. El ausentismo y los costos por la creciente litigiosidad son preocupaciones compartidas con los empresarios.
Fuente: iprofesional.com