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Aprueban emergencia administrativa en sesión caliente

La Cámara de Diputados de la Provincia convirtió en ley este jueves el proyecto de Emergencia Administrativa que impulsaba la gobernadora María Eugenia Vidal y que fue repudiado por decenas de miles de trabajadores estatales en las calles del centro platense. La sesión fue muy caliente y terminó en escándalo, con insultos, forcejeos y hasta algunos golpes entre legisladores.

El plenario, que se desarrollaba con el telón de fondo de la multitudinaria movilización de una veintena de gremios que agrupan a los empleados del Estado provincial, había levantado temperatura con el pedido del Frente para la Victoria, ignorado por el presidente de la Cámara, Jorge Sarghini (FR), de que se permitiera el ingreso de manifestates a las barras del recinto. Y terminó de enrarecerse cuando, en tándem y bajo el argumento de que en las calles se registraban incidentes, el oficialismo y la fuerza que conduce Sergio Massa se negó a habilitar la lista de oradores para apurar la votación.

Concretamente, el presidente del bloque Cambiemos, Jorge Silvestre, solicitó una moción de preferencia para que, sin permitir que se expresaran los oradores que estaban inscriptos en la lista -la mayoría de ellos, de los dos bloques peronistas que se oponían a la iniciativa- se habilitara la votación. Sarghini hizo lugar al pedido oficialista e, inmediatamente, puso el proyecto a consideración del pleno. La reacción de las bancadas del PJ y del FpV fue una catarata de reclamos a lo gritos en la que se mezclaron insultos y denuncias de censura.

La iniciativa, que, según vienen denunciando los gremios de estatales, autoriza a la gobernadora Vidal a celebrar contratos sin estabilidad ni derecho a prorroga, fue aprobada con los votos de Cambiemos y el massismo, como se sabía que iba a ocurrir.

La temperatura se elevó al máximo: la salida de los legisladores del recinto fue en medio de un fuego cruzado de insultos entre los dos grupos antagónicos. La gresca siguió en los pasillos y terminó incluso con algunos golpes que se cruzaron diputados de uno y otro sector, en una trifulca de la que participaron asesores y empleados de los distintos bloques, algunos de ellos para separar y otros, para agregar más tensión y violencia.

EL ZIGZAG MASSISTA. Como se había informado, se sabía que el bloque del Frente Renovador prestaría sus votos para que el oficialismo reuniera las voluntades necesarias para aprobar la iniciativa.

La posición de la bancada massista había comenzado al revés. Cuando la norma se trató en el Senado, el FR arrancó anunciando que se opondría a la norma, pero terminó votando a favor. Ya en Dipùtados, el propio Sarghini recibicó a los gremios, pero ese gesto no se tradujo en benefcios para los representantes de los trabajadores. Y días después el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, le envió una carta al ex ministro de Economìa provincial en la que se comprometía a realizar algunos retoques en la reglamentación del proyecto, lo que terminó de sellar una decisión -la de acompañar la iniciativa- que deja al massismo enfrentado a los empleados públicos de la Provncia.

Fuente: LetraP

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