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El Gobierno concentra sólo en el Banco Central la tarea de combatir la inflación

De acuerdo con la CGT de Hugo Moyano, en febrero la inflación fue de 4,4% y una familia de cuatro integrantes necesitó $11.259 para no ser pobre. En tanto, según la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), para cubrir la canasta básica alimentaria una familia tipo debió tener ingresos por $7.713, cifra que representó un aumento de 7,2% en comparación con el mes anterior.

Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, el Gobierno desmanteló los controles de precios que regían durante el último tramo del mandato de Cristina Kirchner. De esta manera, el equipo económico dejó exclusivamente en manos del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, la tarea de reducir la inflación mediante la contracción de la base monetaria.

Ayer la entidad volvió a subir la tasa de interés de las Lebac y la llevó a 38% para las letras que vencen en 35 días. “El BCRA persistirá en una política contractiva en tanto la inflación esté por encima de los objetivos de la institución”, insistió Sturzenegger en un comunicado.

Macri también lo dejó en claro en el Congreso durante la apertura de las sesiones ordinarias: “Estamos convencidos de que la inflación irá bajando con el correr de los meses porque la principal medida para eso fue ir reduciendo la emisión monetaria descontrolada de estos años e ir bajando el déficit fiscal, que debe llegar a cero al final del cuarto año”, diagnosticó.

El economista jefe de Fiel, Daniel Artana, sostuvo en diálogo con BAE Negocios que “los controles de precios no sirven para controlar la inflación, como lo demostró el anterior gobierno”. “Cristina y Kicillof buscaban culpables, en cambio Macri está tratando de combatir el problema de fondo, que es la política monetaria y fiscal”, explicó el experto.

En cambio, el analista Agustín D’Atellis criticó al macrismo porque “no hay ninguna” política antiinflacionaria. “Al contrario, hasta ahora tomaron medidas que la impulsan todavía más, como la quita de retenciones, la devaluación y el ajuste de tarifas”, apuntó.

Por su parte, Artana planteó que “este Gobierno hereda una expansión monetaria muy fuerte que va a contaminar hasta la segunda parte del año” y advirtió que a eso se sumó el “sinceramiento” en el tipo de cambio y el valor de la electricidad.

En ese marco, la falta de precios clave en la economía, como el dólar y los salarios, tampoco aportan al éxito de la receta antiinflacionaria ortodoxa de Sturzenegger.

Los gremios de comercio y metalmecánicos aceptaron subas en torno del 20% pero con la condición de revisar las paritarias a mitad de año.

“Este mecanismo no ayuda a bajar las expectativas de inflación”, aseguró D’Atellis. Mientras tanto, Artana consideró que “contribuye a mantener la inercia inflacionaria” que dificulta el combate a la suba de precios.

“Si se aprueba el acuerdo con los holdouts, en el corto plazo se va a frenar la expectativa inflacionaria porque implicará una entrada de dólares que va a permitir calmar al dólar”, concluyó D’Atellis.

Fuente: diariobae.com
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