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Un cúmulo de desaciertos pone en jaque la continuidad de Ritondo

El protagonismo inicial de Cristian Ritondo en el gabinete de María Eugenia Vidal no fue casual. Frustrada la candidatura a vicegobernador, una cartera clave en la diatriba de gestión amarilla se destinó para él: Seguridad. Desde allí, y con la marcada preponderancia otorgada al área por la gobernadora, este dirigente de extracción peronista se posicionó de arranque con el firme perfil de ser un hombre influyente en el gabinete provincial. Sin embargo, episodios de grueso tenor como la triple fuga, la represión a manifestantes en La Plata y el reciente robo a tres intendentes en el lapso de pocas horas en la capital provincial, fueron erosionando su figura al punto de ponerse en duda su continuidad en el cargo, flotando al mismo tiempo nombres de posibles sucesores.

En este sentido, voces cercanas a la Gobernación bonaerense deslizaron aLetra P que la seguidilla de desaciertos protagonizados por el titular de la cartera de Seguridad hizo que Vidal ya empiece a barajar variantes para sucederlo en el cargo, siendo el nombre que suena más fuerte el del actual secretario de Seguridad nacional, Eugenio Burzaco.

La fuga, el comienzo. El primer episodio donde el accionar de Ritondo fue puesto en tela de juicio ha sido en el marco de la fuga de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez.

Horas después del tiroteo protagonizado por los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci en Ranchos, el ministro de Seguridad no tardó en asegurar que los prófugos estaban “rodeados” en el radio donde habían baleado a dos efectivos policiales. Sin embargo, no sólo fracasó la captura en la zona de los evadidos, sino que los mismos lograron perforar las fronteras bonaerenses y alcanzar territorio santafesino, donde la Policía de esa provincia concretó días más tarde la captura.

Represión e investigación sin cerrar. Otro episodio que giró las miradas hacia el Ministerio de Seguridad bonaerense fue la represión llevada a cabo por fuerzas de Infantería contra despedidos y cooperativistas que se manifestaban en las puertas del Palacio Municipal de La Plata. En aquel entonces, Letra Pdeveló que el jefe Departamental de Coordinación platense, Comisario Inspector Darío Camerini, fue quien dio la orden para que se reprima con balas de goma. Quien ejecutó la directiva fue el jefe del Distrito Centro, Carlos Gandolfi.

No obstante, Ritondo se desligó del hecho afirmando que «no existió instrucción alguna desde la esfera política ni policial, que ordenara la actuación de la Infantería en el lugar», adelantando su orden de investigar lo sucedido durante el operativo, indagación que, al momento, no cuenta con novedades.

Sobre este accionar represivo, entre otros aspectos, manifestó su preocupación la Comisión Provincial por la Memoria en un documento que entregó al ministro de Seguridad este lunes.

Robo a intendentes. Con estos antecedentes a cuestas, la reciente escalada de robos de los que fueron víctima tres intendentes en el lapso de escasas horas en la capital provincial, fue otro golpe que impactó en el Ministerio de Seguridad. Separando los casos de Gonzalo Peluso (Magdalena) y José Luís Salomón (Saladillo) como casos de inseguridad corriente, Ritondo focalizó en el robo a la casa del jefe comunal platense, Julio Garro, donde delincuentes maniataron a la familia y amigos en la residencia ubicada en un exclusivo country de la capital bonaerense.

“Hay que determinar si fue un hecho delictivo o un mensaje mafioso al intendente, o a nosotros por los cambios que hicimos”, recalcó el funcionario provincial sobre este caso que tiene como detenido a un subcomisario de la Policía Bonaerense: “Hace apenas dos días la gobernadora anunció medidas que tienen que ver con la transformación de la Policía y la obligación para presentar las declaraciones juradas de subcomisarios para arriba”.

Las mafias y las políticas. Al igual que lo sucedido en tiempos de triple fuga, Ritondo ligó el ataque a la casa del alcalde platense como “señales” de las mafias enquistadas en la fuerza policial que se estarían viendo perjudicados por las políticas que se vienen aplicando desde la asunción de Vidal. Así, el ministro apela al combate contra el perfil oscuro de un entramado policial asociado a los negocios paralelos viciados de corruptela y abuso de poder, tal como asoma en su persistencia con casos de violencia policial como el reflejado recientemente en una comisaría de la departamental de San Vicente, donde la Comisión por la Memoria exigió este lunes respuestas del funcionario.

Pero, ¿cuáles son las políticas aplicadas que pudieron haber despertado un “mensaje mafioso? Por lo pronto, el titular de Seguridad pasó a retiro a siete comisarios al calor de la triple fuga, para más tarde reemplazar en el área encargada de combatir el narcotráfico a casi una veintena de comisarios. Por otro lado, los altos cargos de la Policía también están enmarcados en la obligatoriedad para la presentación de declaraciones juradas que rige para todo el funcionariado bonaerense.

En cuanto a lo demás, las versiones de reducción de superintendencias y los anuncios de reforma integral de la Bonaerense permanecen por estos días, sin materializarse,  bajo el status de inminencia.

Fuente: LetraP

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