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El Estado Islámico amenazó con más atentados en Francia

Un día después de la masacre de París, el Estado Islámico (EI) se atribuyó oficialmente los ataques perpetrados en la noche del viernes, que dejaron un saldo total de 129 muertos. Mientras la policía anunciaba la detención de varias personas en Bruselas por su vinculación con el caso, el grupo yihadista amenazó con nuevos ataques contra Francia y los aliados que forman parte de la coalición internacional contra el terrorismo en Siria e Irak. El gobierno galo aseguró que el país “está en guerra” y que “no habrá piedad” en la respuesta militar.

“Un grupo fiel al Ejército del califato (…) atacó la capital de la prostitución y el vicio”, informó el EI en un mensaje a través de Internet, donde agregó que los responsables de los atentados fueron ocho milicianos islamistas que llevaban cinturones explosivos y armas automáticas.

El texto fue escrito plagado de amenazas. «Estos ataques –escribió el grupo- son sólo las primeras gotas de lluvia y una advertencia. Francia y quienes siguen su camino saben que están en lo alto de la lista de los objetivos del EI y que nunca serán inmunes a la muerte”. El documento también hizo una referencia indirecta a los ataques aéreos franceses contra el EI en Siria e Irak, al señalar que «el olor de la muerte» no abandonará al país galo mientras esa nación humille a Mahoma, profeta del Islam, y ataque a los musulmanes en la “tierra del califato”.

Un rato antes, el presidente François Hollande había apuntado contra el grupo yihadista. En una conferencia de prensa, sostuvo que su país no tendrá piedad con el grupo terrorista y afirmó que no se dejará “impresionar ante lo sucedido”, ya que que Francia se mantendrá unida para combatir “estas atrocidades”. Su primer ministro, Manuel Valls, se pronunció en el mismo sentido y aseguró que su país “está en guerra” con el EI, por lo que va a “golpear” a su “enemigo” con fuerza. «Francia responderá al mismo nivel que estos ataques», sentenció.

En ese marco, el ministro de Justicia de Bélgica, Koen Geens, confirmó la detención de tres sospechosos en el barrio de Molenbeck, en Bruselas, de los cuales al menos uno habría estado en París al momento de los atentados. El funcionario explicó que diferentes testigos habían visto un auto con patente belga en los alrededores de Le Bataclan, la sala de conciertos donde fueron asesinadas 89 personas. “Probablemente se trate de un coche alquilado en Bélgica”, señaló Geens.

Poco después habló ante la prensa el fiscal de París, François Molins, quien presentó un balance detallado de lo ocurrido el viernes y aclaró la cifra exacta de víctimas fatales, que en las últimas 24 horas había sido extremadamente confusa. A las 129 víctimas fatales se sumaron unos 352 heridos, de los cuales 99 estaban en graves condiciones y su vida corría serio riesgo.

El funcionario informó que siete atacantes murieron en los ataques, seis de ellos inmolándose con granadas. El séptimo murió por los disparos de la policía. Molins también indicó que “probablemente fueron tres grupos coordinados de terroristas los causantes de estas barbaries”. Todos los atacantes de los atentados invocaron en algún momento a Siria e Irak, portaban rifles Kalashnikov y llevaban exactamente el mismo tipo de chaleco explosivo, con el que buscaban lograr “un máximo de víctimas a partir de su propia muerte”, dijo el fiscal.

Uno de los atacantes en Le Bataclan fue identificado como un francés de 29 años que había llamado la atención a las autoridades por su reciente radicalización. Tenía antecedentes penales, pero nunca por vínculos con redes yihadistas. Molins también confirmó que a uno de los atacantes suicidas que actuó en las cercanías del Stade de France se le encontró un pasaporte sirio. No era una persona conocida por los servicios de seguridad ni tenía antecedentes dentro de Francia.

Como era de esperar, los atentados fueron aprovechados por la ultraderecha francesa, que exigió reforzar los controles en las fronteras para aumentar la seguridad en el país. La líder del xenófobo Frente Nacional, Marine Le Pen, denunció que “los franceses ya no están seguros”, por lo que pidió al gobierno “prohibir las organizaciones islamistas, cerrar las mezquitas radicales y expulsar a los extranjeros que predican el odio”.

Francisco: son «parte» de la Tercera Guerra

El Papa Francisco condenó ayer los ataques terroristas de París y manifestó su solidaridad con las víctimas. «No hay justificación para actos de este tipo, que son inhumanos», sostuvo en declaraciones a la emisora TV2000 de la Conferencia Episcopal italiana. El Pontífice argentino se mostró consternado y dijo que rezará tanto por el pueblo francés como por las familias de las víctimas.

En un telegrama en francés firmado por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y dirigido al arzobispo de París, el cardenal André Vingt-Trois, Francisco también condenó «con intensidad la violencia» que «nada puede resolver». En ese sentido, consideró que los ataques del viernes son «una parte» de la Tercera Guerra Mundial a la que suele referirse en sus discursos y misas.

Previamente, el vocero vaticano, Francesco Lombardi, había afirmado que la Santa Sede repudiaba «esta nueva manifestación loca de violencia terrorista y de odio». «Se trata de un ataque a la paz de toda la humanidad, que requiere una respuesta precisa y solidaria de todos nosotros», señaló.

Fuente: Infonews

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