El caso de una mujer de 77 años que fue sorprendida, en su departamento del barrio de Villa Devoto, por falsos operarios de una empresa de televisión por cable que la maniataron y le robaron el dinero de sus ahorros, forma parte de los robos en la calle, cuentos del tío, asaltos violentos en domicilios y otras modalidades delictivas que son padecidas por adultos mayores de manera alarmante, a un ritmo de 47 cada jornada en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
El último informe de la Procuración bonaerense sostiene que, entre robos y hurtos, se registran anualmente más de 235 mil hechos en la provincia, mientras que en territorio porteño la cifra ronda los 50 mil. En ese marco, teniendo en cuenta que en promedio el 6% de los casos son padecidos por adultos mayores, surge que hay más de 17 mil causas cada año, o 47 cada día.
Acerca del hecho mencionado, trascendió que dos sujetos que simularon ser operarios lograron engañar a una jubilada para que les permitiera ingresar a su casa a efectuar una supuesta reparación, para luego atarla y robarle una suma de dinero.
El episodio delictivo tuvo como víctima a una mujer de 77 años, quien fue sorprendida en su domicilio, un departamento ubicado en la calle Fernández de Enciso al 3900, donde vive sola, tras haber enviudado años atrás.
Según trascendió, en horas del mediodía del jueves, la víctima escuchó que le tocaban el timbre y atendió a un hombre que le dijo que trabajaba para una compañía de cable, que supuestamente debía pasar al interior de la vivienda, junto con un compañero para hacer unos arreglos.
Entonces, la septuagenaria se dirigió hasta la puerta de calle, vio que los operarios traían su característica ropa de trabajo de color azul y les permitió pasar. Tan pronto como estuvieron adentro, los falsos técnicos revelaron sus verdaderas intenciones, la redujeron, para luego atarla a una silla, mientras comenzaron a recorrer los ambientes de la vivienda en busca de dinero y otros valores de valor.
A los pocos minutos, tras robar una suma en efectivo que formaban parte de unos ahorros que la anciana guardaba, los ladrones volvieron a salir sin llamar la atención y dejando atada a la damnificada, quien al no conseguir liberarse, cayó al suelo y comenzó a pedir ayuda, aunque sin éxito, pues ningún vecino escuchó sus gritos.
Tras varias horas tirada en el piso, uno de los familiares que solía estar pendiente de la mujer se preocupó al no saber nada de ella durante toda la tarde, ni obtener respuesta al llamarla por teléfono y decidió ir hasta el domicilio para ver si estaba bien.
Cuando el hombre ingresó a la casa encontró a la anciana, aún en el suelo y atada a la silla, shockeada por la situación y con una marca de un fuerte golpe en la cara sufrido en la caída, por lo que la liberó y se comunicó con el 911 para solicitar ayuda.
De inmediato, la mujer fue trasladada al hospital Zubizarreta, ubicado a pocas cuadras de la casa, donde los médicos constataron que no tenía ninguna herida de gravedad y tras asistirla, le dieron el alta.
Fuente: Diario Popular