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Nisman: La junta médica entregó su conclusión con disidencias

Las principales diferencias entre los peritos oficiales y los de la querella, que lleva adelante la jueza Sandra Arroyo Salgado, rondaron en la determinación de la hora de muerte del fiscal de la UFI AMIA.

El dictamen de mayoría, firmado por 13 peritos oficiales establecieron que la muerte ocurrió el domingo entre las 12 y las 16 horas. Este escenario deja al perito informático Diego Lagomarsino fuera de la escena del crimen, ya que él visitó al fallecido fiscal en dos oportunidades el día anterior -sábado 17-.

En tanto, el dictamen de minoría -elaborado por los forenses Osvaldo Raffo y Julio Ravioli, por parte de la querella, consideraron que el día de la muerte fue el sábado. Hipótesis que vuelve a colocar a Lagomarsino, encargado de entregar el arma, como sospechoso del crimen.

Los peritos de Arroyo Salgado entregaron sus conclusiones el viernes de la semana pasada (con casi dos días de retraso) y en sobre cerrado, sin posibilidad de intercambio con el resto de los profesionales. Prácticamente, no hubo interacción entre todos los miembros de la junta médica, sino un debate acotado del que los expertos de la querella no tomaron parte, pese a que el debate disparado entre quienes sí aceptaron discutir terminó dándole parcialmente la razón a la querella en un punto: no hubo espasmo cadavérico y sí hubo agonía.

Una de las novedades habría sido que, tras un fuerte debate, los forenses acordaron que el cuerpo no presentaba rigor cadavérico, tal como advirtieron los peritos de la querella, pero la constatación los llevó a conclusiones enfrentadas.

“Que el costado derecho no haya presentado rigidez explicaría por qué el arma cayó de la mano y que haya sido encontrada bajo el cuerpo, pero no significa necesariamente un crimen: se explicaría si, con el cerebro ya destruido por el disparo, tuvo una breve agonía”, explicó a Télam uno de los participantes del debate.

Además del resultado de la junta médica, Fein espera recibir la semana que viene el resultado final de la junta criminalística que inspeccionó hace tres semanas el baño donde fue hallado Nisman. A ambos informes deberá adjuntar las pericias de los dispositivos tecnológicos de Nisman para detectar sus últimas llamadas.

La fiscal también espera los resultados de un entrecruzamiento de llamadas que ordenó hacer entre una serie de personas que formaban el entrono del fiscal. Fein quiere saber, por ejemplo, si Lagomarsino se comunicaba con los custodios que velaban por Nisman.

Y se sabe ya que el sábado 17 de enero, Nisman llamó sin ser atendido a teléfonos registrados a nombre del desplazado jefe operativo de la Secretaría de Inteligencia, Antonio “Jaime” Stiuso, su principal proveedor de información sobre el atentado a la AMIA de 1994.

El fiscal Nisman apareció muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero el 18 de enero, un día antes de tener que concurrir al Congreso para exponer sobre su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en torno al memorandum de entendimiento con Irán.

Fuente: Infonews

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