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¿Larraburo es el candidato a intendente del Frente Renovador?

El escenario montado de espaldas a calle Zelarrayán. Sobre él cuatro personas, el legendario “Chice” Paris Senesi, el viejo militante que con más de 80 años encima sigue siendo el presentador de en los actos peronistas que lo tienen “al flaco” como figura central. A su lado, el titular del sindicato, Miguel Aolita, que no entraba en la ropa de la felicidad que tenía. El salón estaba lleno, los trabajadores mercantiles, munidos de bombos, coreaban su nombre que retumbaba en las paredes del gimnasio. Sonriente, aplaudía y no dejaba de saludar mientras observaba, con tinte de admiración en sus ojos, como “el Dámaso” repasaba un ayuda memoria que le serviría como eje de su discurso. Pegado al gremialista, el intendente. Gustavo Bevilacqua vestido de jeans, remera azul y zapatos de gamuza. Recién llegado de Buenos Aires, también desbordante de alegría y preparado para dar su oratoria, de apenas 5 minutos, en la resaltó la figura del “héroe central de la tarde”: Dámaso Larraburu.

Y así iba arrancando el acto, con el viejo single de Larraburu intendente que se usó en la década del ‘80. Chice, con el micrófono en sus temblorosas manos, arengaba a la militancia que colmaba el estadio. Miguel seguía sonriendo y no ocultaba cierto nerviosismo, el que indica que todo iba bien. Sabía que había cumplido su parte. Gustavo, miraba a todos lados, quería que los discursos comiencen ya para decir lo suyo rápido y tras elogios, pasarle el micrófono al flaco.

Y Dámaso, que aparentaba cierta tranquilidad pero se esgrimía ansioso, repasando algunas palabras sueltas escritas en un papel casi arrugado y de difícil lectura. Mientras escuchaba a Bevilacqua no pudo evitar la emoción que se plasmaron en lágrimas corriendo por sus mejillas.

El flaco se está poniendo viejo, llora y se emociona rápido”, se escuchó decir a una cincuentona que hablaba con otros compañeros ubicados en sillas lindantes.

“¡¡¡¡Flacooo, es ahora o nuncaaaa!!!!! gritó aquel gordo que estaba por el fondo del salón pegado a un cartel que rezaba NOROESTE PRESENTE.

Muy cerca del escenario, y asegurándose de ser vistos aplaudían funcionarios municipales, concejales, dirigentes barriales. Todos y cada uno de ellos esforzándose para que “Damasito” los viera, los saludara y aprobara su presencia.

Allí, entre tanto funcionario funcional, se encontraba Fabián Lliteras. No debería llamar su atención que estuviera presente, excepto que, desde hace unos meses es el armador político para la Sexta Sección Electoral del ex diputado Martín Insaurralde. Un periodista de sintinta.com.ar se acercó al “insaurraldista” y le consultó si su presencia en el acto ratificaba la llegada de Martín al massismo. Una sonrisa burlona y “eso corre por tu cuenta” fue toda la respuesta. Sigue la incongnita.

Y así se armó el clima. Un acto de campaña. Una figura central que dice que no es el candidato pero que habla como si lo fuera.

Y arranco Gustavo. “Quiero agradecerles a todos que hayan sido parte de las grandes transformaciones que tuvo la ciudad, y eso se pudo hacer porque existió principalmente la voluntad de cada uno de ustedes, pero también de las organizaciones que representan cada uno de ustedes”, lanzó el intendente envuelto por el tronar de los bombos.

“Empezamos el 2015 como un año político. A mí me ha tocado hacer la gestión y no lo podría haberla hecho sin todos ustedes”, gritó con fuerza y agregó, “pero mucho menos lo podría haber hecho si no hubiera tenido el respaldo de un  compañero, de un amigo”, a esa altura, “el falco” volvía a soltar lágrimas.

Y voy a hablar desde lo personal – arremetió el intendente -: Pueden haber pasado muchos años, pero desde aquel momento en que te conocí, allá en calle Charcas, y cuando te vi, en el primer discurso que diste en la cortadita de Drago, que me emocionó. Ese discurso en el que le hablabas a Bahía. Desde ese momento, más allá de las críticas, de las luchas, de los dolores… ¡siempre le pusiste el esfuerzo!, ¡siempre estuviste con Bahía!, ¡siempre fuiste un representante de esta ciudad!” gritaba mirando a Larraburu mientras  los militantes coreaban el nombre del flaco y le pedían que sea el intendente.

Por eso hoy, más allá que lo quiera o no lo quiera, hoy en este año electoral, hoy me quiero enorgullecer de ser el amigo, ¡el que te viene a presentar para que se te dé la oportunidad que te merecés después de haber peleado y volver siempre a Bahía Blanca y a seguir peleando siempre que pudiste por esta ciudad!”, soltó envalentonado “el bevi”.

Y finalizó su breve reseña levantando a los presentes al decir: “Por eso, todos, todos juntos, todos somos parte. ¡El año que viene es el año de la patria, el año del cambio, el año del futuro, con Massa, con Bahía con Dámaso! ¡Todos para adelante!” concluyó, acentuando la idea que sobrevoló todo el estadio esa tarde calurosa del 2 de febrero, Dámaso será el candidato a intendente del Frene Renovador.

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