En apenas cinco minutos River ya había hecho méritos suficientes para pasar de ronda. El Millonario recibió en el Monumental a Godoy Cruz por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana luego de imponerse por la mínima diferencia en Mendoza y, lejos de especular, respetó la esencia de Marcelo Gallardo, volcado al ataque. Buscar la victoria sin especular.
Sacando provecho de la suspensión del encuentro del pasado domingo ante Arsenal, el técnico decidió poner en cancha lo mejor sin importarle que el próximo domingo le toque enfrentar a uno de los escoltas, Independiente. El dueño de casa quería, entre otras cosas, romper la estadística que marca el tiempo que lleva sin superar rivales argentinos en condición de local por torneos de CONMEBOL en los últimos nueve años, desde Banfield en el 2005 por la Copa Libertadores.
Recién sobre el cuarto de hora el anfitrión mermó en la intensidad permitiéndole al Tomba salir un poco del asedio. Y el Tomba utilizó esos descansos para generarle algún sobresalto a Barovero, que dos veces debió intervenir para mantener el cero en su arco. Desde entonces,casi hasta la media hora de partido, fue la visita quien se mostró mejor dispuesto sobre el campo, más prolijo, pero este River letal no perdona.
Apenas volvió a encontrarse con la pelota (y la suerte), liquidó la serie. En apenas dos minutos Rodrigo Mora se benefició de un par de rebotes para anotar los tantos que metieron al Millonario en los cuartos de final de la Copa cuando hasta entonces los méritos estaban repartidos.
La hora que quedó por delante fue más un trámite que otra cosa. Si bien el cuadro de Núñez mantuvo su vocación ofensiva el saberse superior por amplio margen le hizo bajar las revoluciones permitiéndole a Godoy Cruz ilusionarse con por lo menos achicar distancias, aunque finalmente no ocurrió.
Otra vez el equipo de Gallardo demostró cómo la intención lo es todo en este amarrete fútbol argentino. Una propuesta ofensiva, eficaz a pesar de no ser del todo prolija, con delanteros eficaces, llevaron al Muñeco a lo más alto de la consideración popular sabiendo que mirar un partido de los suyos es garantía de espectáculo.
Fuente: Infonews