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«Estamos en una situación de amesetamiento del delito»

«Durante el transcurso del mes de agosto en que se puso en funciones el Comando de Prevención Comunitaria (CPC) nos aumento de manera exponencial, la cantidad de intervenciones policiales en flagrancia» reveló el comisario mayor Gustavo Daniel Maldonado, titular de la Jefatura Departamental Sur de la policía bonaerense.

El motivo fue la transferencia de «recursos logísticos y humanos», además de los provistos desde le Ministerio en materia de movilidad».

En esta instancia, relató Maldonado, «se logró, no solamente completar la totalidad de las cuadrículas, sino también reforzar aquellos sectores donde se veía alguna manifestación delictiva en particular» .

En diálogo con el Segundo Bondi de Radio Nacional, el jefe de la Departamental confirmó: «Sí es cierto el corrimiento del delito», aunque la policía solo puede cumplir tareas de disuasión, aclaró. Es decir, «en algunos barrios donde se produce algún tipo de delito, allí se profundiza el patrullaje, o se destina una mayor presencia de personal de rondines o el refuerzo de algún móvil ya sea del CPC o de la comisaría, hasta que en ese barrio se calma la situación, pero luego se manifiesta en otro» ratificó.

En el mismo aspecto remarcó que «la prevención social no es resorte de la policía». De hecho registran «un 75 u 80% de personas que han sido privadas de la libertad, menores de 30 años, o sea que no hay expectativa de vida para esa franja etaria», consideró.

Ante el cuestionamiento de por qué no se puede atacar el delito en más de un lugar a la vez, Maldonado explicó: «con esa perspectiva necesitamos un policía por cuadra, como mínimo, en Bahía Blanca, lo cual es una utopía».

Al respecto aclaró que si bien la instrumentación de la Policía municipal o local, va a aumentar la presencia policial, «el delincuente va a encontrar la manera de seguir delinquiendo, o va a cambiar la modalidad delictiva».

En ese sentido criticó «la institucionalización del delincuente que en algunos casos no se resociabiliza sino se profesionaliza», apuntó.

También admitió: «yo tengo una percepción personal respecto a la incidencia de la droga en la manifestación delictiva en cuanto a la violencia; roban para consumir o para comprar estupefacientes. La droga es el alma máter del delito«.

Por otra parte destacó la importancia del «control social» ya que «muchos de los elementos robados son comercializados dentro de la misma gente de Bahía. Si le ofrecen una notebook que vale 5 mil pesos a mil quinientos, la gente debe deducir que es un efecto mal habido» sostuvo.

Un debate mayor -recalcó- es que «la Justicia se debe manejar con la legislación que tenemos en vigencia» y «hay personajes que son asiduos visitantes de las dependencias policiales y de los calabozos».

En cuanto a esa realidad que administran diariamente explicó: «para que una persona tenga antecedentes judiciales tiene que tener condena firme», esto es,  «se puede ser condenado en un juicio hoy, pero apelar la sentencia, y la instancia superior se toma los plazos legales para expedirse. En todo ese tiempo -precisó-, esa persona no se considera desde lo judicial como con antecedentes, y en ese ínterin la policía lo detuvo tres o cuatro veces».

Al concluir ejemplificó: «Siempre cuento el caso de un menor que fue detenido tres veces en un mismo día».

 

 

 

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