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¿Cómo ahorrar energía en medio de la ola polar?

El termómetro marcará hasta el domingo temperaturas bajo cero debido al ingreso de una masa de aire muy frío de origen antártico. Frente a tal pronóstico, se recalentó la venta de artefactos de calefacción: se están vendiendo un aire acondicionado cada cinco segundos y una estufa cada media hora.

La venta de artículos de «Calefacción», en este sentido, subió un 66% en el último mes con respecto a mayo de 2013 y los productos eléctricos frío calor también ganaron protagonismo con un crecimiento de 150% en las ventas, señala un informe de MercadoLibre.

La empresa señaló que el ranking de los productos más vendidos para este invierno está liderado por los paneles calefactores eléctricos; le sigue los vitroconvectores y las salamandras; en cuarto lugar, se ubican los hogares a gas; y cierran las estufas a gas.

Pero estar calefaccionados en casa tiene su precio. ¿Cómo hacer para ahorrar y no gastar de más?

– Mantener una temperatura constante y moderada: conviene tener la calefacción entre 18 y 21ºC durante el día. Hay que tener en cuenta que cada grado que se sube incrementa el gasto en un 8%, aproximadamente.

– Bajar la temperatura al salir de la casa: si es por un período corto, de pocas horas, bajarla a unos 15ºC. Si se va a estar fuera un día o más lo aconsejable es cortarla por completo.

– Apagar la calefacción de noche: uno puede dormir perfectamente si la casa está caliente de todo el día y taparse con mantas de polar que son muy calentitas.

– Usar la calefacción donde realmente haga falta: en habitaciones vacías o donde apenas se entra no merece la pena dejar la calefacción puesta.

– No tapar ni obstruir los radiadores: si se pone ropa encima para que se seque, por ejemplo, lo que se logra es que los radiadores necesiten más energía para calentar la casa.

– Bajar las persianas y cerrar las cortinas: sobre todo de noche y cuando se pone el sol en invierno. Así se evitaran fugas de calor. Durante el día hay que hacer lo contrario: subir las persianas y abrir las cortinas todo lo que se pueda para que los rayos del sol calienten la casa.

– No ventilar la vivienda más de diez minutos: con unos pocos minutos es suficiente para airear la vivienda. Eso sí, mientras tanto no tengas encendida la calefacción, porque será un gasto inútil.

– Colocar los radiadores bajo las ventanas: de este modo el frío que pueda entrar a través de las mismas podrá ser calentado rápidamente.

– Tener en cuenta otras fuentes de calor: la electricidad también se utiliza para calentar ambientes y hay muchos aparatos de bajo consumo muy útiles.

Otras opciones

La aislación térmica con lana de vidrio es otra alternativa para mantener un hogar calefaccionado pero cuidando el bolsillo y el medio ambiente.

Un hogar aislado, destaca un informe de la compañía Isover Saint-Gobain, líder en la producción de este producto, disminuye su consumo de energía para calefaccionar (o refrigerar) sus ambientes, reduce sus emisiones de CO2 y genera menores gastos en las facturas.

A modo de ejemplo,

El consumo energético de una vivienda sin aislar se distribuye de la siguiente manera: 61% Calefacción, 12% Electricidad y 27% Otros (Luz, agua caliente, electro, etcétera)

En términos unitarios, una casa sin aislación tiene un consumo de 19.970MWh y esa vivienda, aislada con lana de vidrio Isover (80mm), consumiría solo 7.582MWh, un ahorro mayor al 60%, destacan desde la compañía tomando como base una vivienda de 100 metros cuadrados.

En referencia al cuidado del medio ambiente, Isover resalta «se consumo que se ahorra implica 4,3 toneladas de CO2 que no son liberadas a la atmósfera. Lo que equivale a 220 árboles, a recorrer 13.372 km en auto y a un tercio de vuelta al mundo en coche».

Fuente: Minutouno

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