Icono del sitio Sintinta

Explotación sexual de menores: la otra cara del Mundial

Mientras millones de fanáticos se emocionan por ver jugar a su bandera, Brasil vive una de las más tristes realidades en el seno de su propia sociedad. La desigualdad entre blancos y negros, entre ricos y pobres, no es la única problemática que opaca la fiesta brasilera; más allá de la euforia mundialista, en la esquina de cada estadio, miles de niños y niñas son el eslabón más vulnerable en una cadena de necesidades y abusadores. El país organizador de la Copa ocupa el segundo puesto en el raking de mundial de explotación sexual infantil, encabezado por Tailandia. Esta grave situación fue denunciada por diferentes organismos internacionales por el aumento desmedido del turismo sexual con el inicio del Mundial de Fútbol.

Un recorrido por la situación y la lucha por cambiar esta monstruosa realidad:

Hay más de 40 millones de personas explotadas sexualmente en todo el mundo, el 75% de ellas son mujeres de entre 13 y 25 años y el 50% jóvenes menores de 18 años. En el caso de Brasil, la prostitución se hizo legal en el año 2002, las leyes de ese país estipulan que a partir de los 14 años los preadolescentes tienen la libertad de “consentimiento” para realizar actos sexuales. En base a esa norma, Amnistía Internacional denunció que esa decisión afecta directamente al porcentaje de explotación sexual convirtiéndose en un eje favoritario para la acción de los proxenetas.

Según Unicef, son más de 250.000 niños y niñas que se prostituyen en los diferentes estados de la nación que preside Dilma Rousseff y ese número aumenta drásticamente desde el comienzo de la Copa del Mundo.

Explotación de menores durante el Mundial de Fútbol

Los eventos deportivos de amplia convocatoria son escenarios ideales para el comercio sexual, en el caso de Sudáfrica 2010: se vio aumentado en un 40 % el número de jóvenes víctimas de la explotación sexual (100.000 antes de la Copa del Mundo). Por su parte, Brasil tiene el segundo puesto en turismo sexual del mundo con 250.000 niños afectados, el hecho de que desde el 12 de junio ingresaran 600.000 turistas al país vecino hace que las cifras sobre menores explotados sean realmente alarmantes.

Varias ONG internacionales investigaron el caso de Brasil durante la Copa del Mundo y advirtieron que las redes de trata se encuentran instaladas en las ciudades de los 12 estadios donde se juegan los partidos: los niños más vulnerables que sufren este tipo de explotación viven en la extrema pobreza y son captados por estas redes a partir de una situación de droga o abandono familiar. La tarifa más alta que esos jóvenes reciben por una relación sexual es de aproximadamente 60 dólares, de los cuales el explotador obtiene la mitad y la otra es para el menor (aunque diferentes testimonios marcan que se les descuentan el costo de la ropa, drogas, alcohol y cosméticos).

Frente a este panorama, el Gobierno brasileño fortaleció y realizó una campaña masiva para contrarrestar ese flagelo. Según información gubernamental, se destinaron ocho millones de reales (aproximadamente 3.3 millones de USD) para combatir la prostitución infantil en las ciudades sedes de la Copa.

Cómo ataca Brasil esta problemática

Un informe de la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre la Explotación Sexual de Niños/as y Adolescentes en Brasil, concluyó que: «se produce en todo el territorio y en todas las clases sociales. Las bandas especializadas operan junto a hoteles, centros nocturnos, taxistas y agencias de turismo. Los niños son explotados sexualmente en las calles haciéndolos más vulnerables a los ataques de esos criminales. No hay una edad mínima para la explotación sexual. Los menores de cinco años son víctimas de esa violencia llegando a niñas, niños, homosexuales, travestis y lesbianas. La pobreza, el desempleo, la desintegración familia y la violencia doméstica se encuentran como causas de exposición de estos niños frente a la explotación. Los exploradores van desde bandas especializadas hasta padres o tutores, policía, políticos, magistrados, agencias de viajes, agencias de modelos y narcotraficantes».

Y agregan: «Los usuarios, en las grandes ciudades, son, en general, hombres casados de más de treinta y cinco años, incluyendo a turistas extranjeros. La falta de políticas básicas en materia de vivienda, empleo, educación, salud y seguridad también contribuyen a la existencia de esta práctica. Existe la trata de niños con el pretexto de las adopciones internacionales. La bandas de proxenetas están formadas por abogados, jueces, fiscales, secretarios judiciales, trabajadores sociales, miembros de los consejos comunales, y otros intermediarios. El turismo sexual ofrece paquetes turísticos con la participación de los niños y adolescentes como objetos sexuales. Los padres a menudo están mal informados o desconocen estas situaciones”.

En tanto, la Embajada de Brasil en Buenos Aires enfatizó que la política contra la prostitución infantil es “muy dura” y contiene “grandes sanciones”. A su vez remarcaron que desde la Secretaría de Turismo de Brasil, ya se distribuyeron 150 millones de piezas de material publicitario para el Protect – no mirar hacia otro lado: “Carteles, folletos y pegatinas son entregados en bares, hoteles, centros de servicios turísticos, estaciones de autobuses y aeropuertos alentando al público en general denunciar casos al número de teléfono 100”. El coordinador general del Niño del Ministerio de Turismo, Adelino Neto marcó: “La prevención  es uno de los mayores y más urgentes retos que se enfrenta nuestra sociedad».

Hasta la presidenta Dilma Rousseff publicó en las redes sociales el número telefónico para realizar las denuncias pertinentes a este delito. La Jefa de Estado dijo que “el Ministerio de Turismo, la Oficina de Políticas para la Mujer y la Secretaría de Derechos Humanos, están firmes en la lucha contra la explotación sexual, sobre todo durante los dos grandes eventos deportivos del 2014 y del 2016”.

Aunque el Gobierno brasileño manifestó estar combatiendo esta problemática y afirmaron que se destinaron 3.3 millones de dólares para impulsar los programas de prevención, los activistas consideran que ese dinero no es suficiente en fechas claves como el Mundial.

La lucha contra la explotación sexual de niños:

El delito de la trata de menores como origen, tránsito o destino en Brasil durante la Copa del Mundo empujó a que diferentes ONGs realizaran campañas y petitorios concientizando a gobiernos y pueblos sobre este problema que ocurre en el mundo entero.

La Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y El Caribe impulsó la Campaña Internacional llamada ¡Di no al turismo sexual: Comprar Sexo No es un Deporte! Brasil 2014-2016 y convocó a personas de más de 61 países (Argentina, México, Colombia, España, Francia, Irlanda, Suecia, Brasil y Estados Unidos, entre otros) para firmar el manifiesto que se entregó al Gobierno de Brasil en el que se le pide a Dilma Rousseff “diseñar e implementar una política contra el turismo sexual y respetar los tratados internacionales ratificados por Brasil para abolir todas las formas contemporáneas de esclavitud, incluyendo la trata y la explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas”.

La Asociación Civil Mujeres Como Vos de Argentina se sumó a la concientización sobre la situación de Brasil y convocó a una marcha en la Ciudad de Buenos Aires el mismo día que comenzó el mundial. Carolina Barone presidenta de la agrupación marcó que “Brasil tiene las peores estadísticas en materia de trata y prostitución infantil. Se estima que 500.000 niños y niñas serán reportados como vendidos en el turismo sexual y que durante los eventos masivos como los mundiales aumenta en forma considerable la demanda».

Por esa razón es que se generó una acción concreta durante el transcurso del mes del mundial en adhesión a la campaña global de COALITION, (Coalición Internacional contra el tráfico de mujeres, niñas y niños):»La misma consintió en elegir una esquina céntrica de la Ciudad de Buenos Aires -Diagonal Norte y Florida- donde entregamos fixtures con el mensaje: «comprar sexo no es deporte» y las cifras aberrantes de las víctimas de este flagelo en el país vecino”, explicó Barone a Infonews.

Opinión: la otra cara del fútbol

Las acciones realizadas para resolver este problema parecen pocas en relación a la gravedad y dimensiones de este conflicto. Miles de niños ven coartada su libertad y son usados por el comercio sexual para generar un negocio que se basa en las más inhumanas prácticas del desamor hacia los seres vulnerables de nuestras sociedades: los niños. En tanto, el machismo y el capitalismo quedan evidenciados fuertemente en este tipo de evento como la Copa del Mundo donde millones de personas, en más de 32 países, olvidan todos sus problemas enfocando el eje en si su equipo gana o no. El dinero destinado a la realización del Mundial, o a cada una de las selecciones, demuestra que esta millonaria industria puede cegar a todo un estadio sin imaginar siquiera lo que realmente ocurre en las calles de esa ciudad. Argentina, al igual que Brasil y gran parte de Latinoamérica, cuenta con una formación cultural en la que, claramente, es más valiosa una noticia en torno a cómo jugará Messi el próximo partido que concientizar sobre la realidad que nos aqueja en pos de millones de niños que ya no tienen derecho sobre su propio cuerpo.

Las redes de trata no necesitan ser megamafias, ni moverse en las altas esferas captando niños pobres: los proxenetas también operan individualmente con libertad de acción. Las cifras son alarmantes y van en aumento. El saldo que dejará el Mundial en América del Sur, también expondrá la falta de acciones sobre un delito que a esta altura está destruyendo a una generación.

Fuente: infonews

Salir de la versión móvil