Internet en cuarentena: mal servicio y subas de precios récord

«Se corta», «anda lento», «va y viene» son los comentarios más escuchados sobre las proveedoras de Internet durante la cuarentena, de acuerdo a los organismos de defensa del consumidor. Pese a ello, las tarifas registran aumentos récord desde 2017, por encima del resto de los rubros. En el Congreso se presentaron proyectos para declararlo como “servicio público” y así controlar la calidad y los precios. Las telefónicas apuntan a que realizaron inversiones sustanciales en los últimos años, lo que permitió que las redes no colapsen en la cuarentena con un de uso de datos inédito, que superó cualquier tipo de marca.

El precio final del sector de comunicaciones aumentó 0,3% en mayo contra el mes pasado en un contexto de emergencia y precios congelados donde la inflación fue 1,5%. La suba anual en este rubro acumula un 6,7%, por debajo del índice general, pero a largo plazo las subas superan por amplia mayoría a todos los índices con un acumulado de 264% desde diciembre de 2016, frente a un promedio total de 215%, de acuerdo a lo relevado por el Ministerio de Producción bonaerense.

Las empresas cuentan con un buen «colchón» de incrementos gracias al macrismo, que les permitió continuas subas que no siempre fueron acompañadas por una mejora proporcional en la calidad, contrasta el reporte oficial. Los precios incluso aumentaron más que los productos y servicios de salud (241%) y los alimentos (231%), los que más notaron la escalada inflacionaria con Cambiemos.

Hace más de una década que Internet dejó de tratarse de un lujo y se convirtió en una necesidad. El 56% de quienes hoy trabajan desde sus casas lo hicieron por primera vez en el aislamiento obligatorio, según compiló la cartera que conduce Augusto Costa en su último informe interno denominado «Provincia productiva». A la vez, con el coronavirus la conexión se convirtió en gran aliada de los comerciantes. Se dispararon 84% las compras online en abril con respecto al verano y el 36% de las ventas electrónicas en cuarentena fue por nuevos usuarios. Los supermercados (con alimentos y bebidas) y la cosmética lideraron el incremento y luego se sumaron electrodomésticos, libros y ropa.

La pandemia también dejó en evidencia la exclusión de una proporción importante de la población a través de los onerosos cargos o de una red deficiente. Pese a que todos dependen de Internet para mantenerse escolarizados, el 15% de los 5.216.000 estudiantes bonaerenses carece de conexión, precisó el Gobierno bonaerense. Hace tres meses que el sistema educativo está subordinado a la conectividad pero sólo el 85% de ellos tiene algún tipo de conexión en el hogar, ya sea mediante un servicio específico, como wifi, o bien mediante el celular de un integrante del hogar.

En la cuarentena, el consumo de la red subió un 40%, lo que no hizo colapsar el sistema, pero sí se destacaron miles de denuncias particulares en la Provincia, debido a fallas locales o puntuales. Esta suba en la utilización elevó los costos de las prestadoras, que tienen alto porcentaje de costos en dólares, y que podría derivar en aumentos posteriores a la finalización del congelamiento de precios post-cuarentena.

«Las grandes empresas operadoras de Internet y telecomunicaciones lideran, por lejos, las listas de denuncias de los consumidores», resaltó Producción. La mala calidad del servicio ya era la principal razón de las quejas antes de marzo y la tendencia se agravó en la cuarentena. La conexión a Internet, televisión y la telefonía móvil fueron declarados como «servicio esencial», a la altura del agua, la electricidad y el gas en el DNU de Alberto Fernández que reguló sus tarifas al inicio del aislamiento. Con acuerdo entre las telefónicas y el ENACOM, el congelamiento de precios se prorrogó hasta el 31 de agosto, sumada a la obligadas de mantener al menos velocidad reducida a quienes no puedan abonarlo. Aunque no hubo aumentos formales, sí se registraron subas con la eliminación de descuentos preexistentes y promociones.

«En PBA operan cuatro gigantes de Internet, que no están invirtiendo en infraestructura», advirtieron desde el Gobierno bonaerense. Además de ellas, existen 80 empresas chicas, principalmente PYMES y cooperativas que acercan el servicio a zonas donde las grandes no llegan por no resultar rentable.

Desde Movistar Argentina confirmaron que durante el primer fin de semana del aislamiento social, el tráfico al hogar se incrementó en más del 35%, un valor que esperaban se dé en condiciones normales recién para 2021. A pesar de este hecho inédito, sostuvieron a este medio que las redes soportaron esa demanda gracias a la inversión sostenida, que en el último trienio superó los $ 47.000 millones, en el despliegue de la red móvil 4G y el tendido de internet por fibra óptica. Explicaron que las obras de despliegue y mantenimiento de la red «continúan ejecutándose dentro de los protocolos establecidos por la pandemia». Desde la prestadora enfatizaron uno de los nuevos desafíos impuestos por la coyuntura, como el robo de cables y vandalismo de la infraestructura, que recrudeció en varios puntos del país. Estiman que esta modalidad de sustracción y reventa en el mercado informal de componentes de la red le costará este año a la industria más de $ 1.000 millones.

El consumo de los usuarios de Claro se disparó 50% en los primeros días y luego se estabilizó en un alza del 36%. Desde la operadora resaltaron que la cuarentena generó que las operaciones de mantenimiento y reparaciones se vuelvan más críticas para preservar el funcionamiento de las redes. Los malos funcionamientos los explicaron por hechos puntuales de cortes de cables por caídas de postes eléctricos, poda de árboles y casos de vandalismo, en coincidencia con su competidora. La telefónica, relativamente nueva en el mercado de Internet al hogar, se erige con un potencial de 1.800.000 clientes. Para mejorar la calidad y llegar a más clientes, la empresa solicitó se le otorguen permisos para desplegar fibra óptica en zonas donde no se la han autorizado o bien impedido el acceso a postes. Además, confía en que el ENACOM intervenga en su pedido para que el resto de las partes cumpla con la obligación de compartir la infraestructura en la Ciudad de Buenos Aires. «Habrá que encontrar equilibrios, soluciones y planes que involucren a todos los actores para seguir desplegando infraestructura que resultará cada día más necesaria en la sociedad post-pandemia», manifestaron.

En Telecom registraron una disparada del 50% de datos en internet hogareña, 70% en servicios móviles de voz y 30% en datos móviles, con picos de subida del 230%. Los clientes usan las redes fijas y móviles alternativamente y están diseñadas para complementarse. «Gracias a las inversiones que se vienen ejecutando en infraestructura durante los últimos años, la red cuenta con el equipamiento y los sistemas que permiten hoy que funcionen de manera eficiente, soportando el incremento exponencial de uso de nuestros servicios a partir del aislamiento social», apuntaron fuentes de la compañía. Detallaron que para ampliar y potenciar la red fijo-móvil de cuarta generación, desarrollan un plan de inversiones de más de U$S 3.500 millones para los últimos tres años. La telefónica explicó que encaró otras obras para aumentar su capacidad, como ampliar 40% la salida internacional de Internet y un compromiso de volver a incrementarla en caso de necesidad. Además, adelantó obras de infraestructura en vía pública de las redes fijas de datos domiciliarias, reforzó los centros de datos y centrales y subió la capacidad de la red de distribución de contenidos de Flow. A esto le sumó las tareas de mantenimiento preventivo para asegurar la continuidad de servicio. «Las empresas de comunicación son de capital-intensivos, por lo que requieren de inversiones permanentes para mantener la calidad del servicio, y fue gracias a esas inversiones que las redes pudieran soportar sin colapsar», resaltaron.

La discusión sobre si Internet y la telefonía móvil deberían considerarse un servicio público más allá del período del aislamiento obligatorio se trasladó al Parlamento nacional. La Cámara de Diputados cuenta con varios proyectos de ley, el último de la legisladora Liliana Schwindt, para declararlo de esa forma. Las normativas en discusión no sólo se centran en las tarifas, sino también en las imposiciones, los cambios en contratos, las dificultades para bajas del sistema o información confusa que puedan llegar a brindar sobre precios, servicio, promociones y descuentos.

Poco antes presentaron uno similar el diputado Darío Martínez y la senadora Silvia Sapag. El neuquino planteó que se precisa “un servicio con estándares de calidad que puedan ser regulados”, dado que “no puede ser que tengamos en el interior una calidad muy inferior a lo que se tiene en Capital Federal”. Agregó que los servicios “son caros, malos, y son, lejos, tanto la telefonía celular como internet, las dos actividades con más denuncias de mal servicio que reciben las oficinas de defensa al consumidor”.

Fuente. eldestape.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *