Alberto en equilibrio: acuerdo Axel-Horacio limitará transporte
Las decisiones a tomar se van agolpando delante de Alberto Fernández hacia este fin de semana sin que tenga ya chance alguna de postergarlas. Y esa verdad se verifica en los tres temas que monopolizan la realidad argentina de estos tiempos: el virus con su impacto en la economía, la deuda y las internas de todos los colores, que nunca dejaron de estar sobre la mesa.
Por eso ayer no llamó la atención que a la reunión de Olivos fuera citado también Juan José Méndez, el secretario de Transporte de Rodríguez Larreta. La organización del transporte es clave y se acordó ayer que no habrá recetas separadas entre la provincia y la Ciudad. Eso no implica que el menú porteño de aperturas o marcha atrás aún esté cerrado.
La cumbre de ayer en Olivos tuvo todos estos condimentos, pero, gracias a Dios, apareció el análisis técnico de los problemas. El Presidente, por primera vez desde que comenzó la cuarentena, puso a la salud en el mismo plano de la economía durante su visita a la planta de Tigre. Fue un guiño que buena parte del oficialismo y la oposición anotaron con alegría. Lo apoyó otro opositor que está en el corazón del comando de Cambiemos, el cordobés Mario Negri: “El Presidente dijo al principio ‘yo prefiero perder cinco PBI y no la vida de la gente’; obviamente que nadie se animó a decir otra cosa porque parecía un asesino. Y en realidad, ahora me agrada que también diga que economía y salud van juntos porque la economía también mata”. Esa calma venía abonándose desde el día anterior cuando Daniel Gollán le bajó el tono a su ya famoso tuit y Máximo Kirchner llamó a la reflexión.
La realidad es que el número de contagiados en ascenso lleva a todos a la racionalidad casi inmediatamente. Y ayer, con 474 casos, no había lugar para las dudas. De esos casos 178 fueron de Buenos Aires y 257 de CABA.
Al mismo tiempo, ayer se repitió en la jefatura de la residencia presidencial el dictamen de uno de los científicos que más escucha el presidente, Omar Sued, en representación de otros integrantes del grupo asesor. La cuarentena debe continuar, le dijeron al Presidente, porque el AMBA tiene el 70 % de los casos. Hay que esperar para saber si puede haber microsegmentación de la apertura o se vuelve atrás. En el resto del país la realidad es otra. Mientras eso se discutía, Kicillof hacía equilibrio con sus intendentes y Larreta lo mismo con los más duros del PRO; a pocos metros de esa sala de reunión está en espera otra decisión: la deuda. Y todo eso (con ayuda de BlackRock de por medio), seguirá estando arriba de la misma cuerda floja por bastante tiempo.
Fuente. ambito.com