El dinero puede llegar por dos caminos

La Argentina podría recibir a través de dos canales la ayuda financiera de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Por un lado, el gobierno negocia las condiciones para el otorgamiento de un nuevo crédito con un plazo de gracia tal que le permita no tener que desembolsar dinero extra para pagar los vencimientos que en los próximos años están previstos según el préstamo de 44 mil millones de dólares, tomado por la administración de Mauricio Macri. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo este jueves que «se analiza cómo relajar las restricciones para financiar a países cuya situación de deuda externa es insostenible», como es el caso de la Argentina. Por otro lado, el FMI se prepara para aumentar la emisión de los Derechos Especiales de Giro (DEG), instrumento que en la crisis de 2008 le permitió recibir unos 2500 millones de dólares.

Las medidas de acción sanitaria que lleva acabo el gobierno nacional están en línea con las recomendaciones del FMI, ya que Georgieva dijo que “dada esta pandemia, vencer al virus y defender la salud de las personas es un paso necesario para la recuperación económica. De forma que el mensaje es claro: prioricen el gasto en salud para testeo y equipamiento médico, paguen a doctores y enfermeras y asegúrense de que hospitales y clínicas funcionen. Para muchos países, especialmente los países en desarrollo, esto implica relocalizar recursos y requiere un aumento del flujo de recursos”.

Georgieva apoyó las prórrogas impositivas, subsidios salariales y transferencias en efectivo, la ampliación del seguro de desempleo y flexibilización de las garantías crediticias. Destacó que los países emergentes no sólo están sufriendo más por el acotado espacio fiscal y las deficits estructurales en la infraestructura, sino también porque en las últimas semanas capitales por 100 mil millones de dólares salieron de esas plazas hacia las colocaciones más seguras del mundo.

El FMI planteó que va a reducir las restricciones para acceder a los créditos en los casos de los países con deuda insostenible, como es el caso de la Argentina. Además, Georgieva recordó que «en la crisis de 2008/09 hubo una emisión de 150 mil millones de DEG –unos 250 mil millones de dólares al tipo de cambio vigente en aquel momento– que fueron distribuidos entre los países miembro para mejorar su posición de liquidez».

Fuente. Pagina12

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