La mitad de los estudiantes del mundo, sin clases por el coronavirus

Casi la mitad de los estudiantes de todo el mundo permanecen en sus casas debido a la pandemia de coronavirus, que ha provocado el cierre total de escuelas y universidades en 102 países y parcial en otros 11, informó la Unesco.

Según el último informe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, se trata de unos 850 millones de estudiantes que no van a clases y la cifra sigue aumentando porque cada vez son más países los que tomanladecisión de restringir la circulación de personas y cierran los centros educativos.

El organismo con sede en París destacó en un comunicado publicado en su página web que el número de alumnos que no asisten a clases se ha triplicado en menos de dos semanas y es el doble del reportado hace cuatro días.

La búsqueda de soluciones

Para afrontar el desafío, la Unesco lanzó hoy una coalición mundial junto con organizaciones multilaterales y empresas para asesor a los países miembros sobre cómo pueden acelerar el despliegue de soluciones de aprendizaje a distancia, la única forma de proteger a los estudiantes ante el riesgo de que la crisis sanitaria aumente más aún la brecha social.

«La escala y velocidad de los cierres de escuelas y universidades representan un desafío sin precedentes para el sector de la educación», indicó hoy la organización, que ha puesto a disposición de los países afectados asesoramiento para ejercer la docencia a distancia.

En paralelo, las autoridades de la Unesco mantienen reuniones virtuales periódicas con los ministros de Educación de todo el mundo -como la que celebró a distancia el pasado 10 de marzo- para compartir experiencias y evaluar las necesidades prioritarias.

La Unesco anunció la puesta en marcha de la nueva Coalición Mundial junto a organizaciones multilaterales y el sector privado, con empresas como Microsoft o la organización de operadores móviles GSMA, «para ayudar a los países a desplegar sistemas de aprendizaje a distancia con el fin de reducir al mínimo las perturbaciones educativas y mantener el contacto social con los alumnos».

Para la directora general de la organización, Audrey Azoulay, la situación creada por el Covid-19 impone a los países «desafíos para proporcionar un aprendizaje ininterrumpido a todos los niños y jóvenes de manera equitativa».

Azoulay consideró que la crisis del coronavirus puede ser «una oportunidad para repensar la educación, ampliar el aprendizaje a distancia y hacer que los sistemas educativos sean más resistentes, abiertos e innovadores».

Por su parte, la subdirectora general de Educación de la Unesco, Stefania Giannini, avisó de que las dificultades se agravarán si la situación se alarga en el tiempo.

«Las escuelas, por muy imperfectas que sean, desempeñan una función igualadora en la sociedad y, cuando se cierran, las desigualdades se agravan», aseguró en referencia a los alumnos de familias desfavorecidas que tienen menos oportunidades educativas fuera de la escuela y a los niños que se quedan sin acceso a comida gratuita o subvencionada.

Las consecuencias del cierre de escuelas

Si bien todavía es difícil valorar los efectos del cierre de escuelas, la Unesco publicó una lista con las principales repercusiones que tendrá, muchas de las cuales se extienden más allá del área educativa.

Por ejemplo, destacó la agencia de la ONU, provocará la interrupción del aprendizaje, la nutrición en el caso de los estudiantes que dependen de las comidas gratuitas o con descuento que reciben en las escuelas, y la contención social que las escuelas ofrecen a muchos niños y jóvenes.

Además, advirtió que los padres no están preparados para la educación a distancia y en el hogar -algo que afecta especialmente a los padres con niveles educativos bajos y recursos limitados- y que las diferencias socioeconómicas también producen un acceso desigual a los portales de aprendizaje digital y un cuidado más intermitente para los niños en los hogares.

Por último, la Unesco también adelantó que las medidas preventivas que forzó esta situación de pandemia podrían favorecer más adelante a un aumento de las tasas de abandono escolar.

«Es un desafío asegurar que los niños y jóvenes regresen y permanezcan en la escuela cuando las escuelas vuelven a abrir después de los cierres», sostuvo el comunicado y agregó: «Cuando las escuelas cierran, muchos niños y jóvenes pierden el contacto social, que es esencial para el aprendizaje y el desarrollo».

Fuente. Télam

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