La Unesco le regaló a la humanidad una Biblioteca Digital Mundial

La Biblioteca Digital Mundial (WDL, por sus siglas en inglés) es una biblioteca internacional creada por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y la biblioteca del Congreso de Estados Unidos para poner a disposición de toda la humanidad todos los contenidos culturales del mundo a través de los fondos digitales de docenas bibliotecas del mundo.

La idea de los creadores de esta biblioteca es que esté en todos los idiomas y alfabetos del mundo, por el momento se encuentra disponible en español, inglés, francés, portugués, ruso, árabe y chino. El objetivo de la misma es ofrecer no sólo libros digitales sino también mapas, fotografías, manuscritos, partituras musicales, grabaciones, películas, documentos de arquitectura y otros tipos de materiales culturales digitalizables que se conservan en distintas bibliotecas y entidades culturales de distintas partes del mundo.

Con esta iniciativa se busca promover el entendimiento intercultural y la variedad de contenidos culturales en internet, además se facilita los recursos a educadores, estudiosos y público en general que pueden realizar sus búsquedas entre los 16 081 artículos cargados sobre 193 países en el período comprendido entre 8000 a. C. y 2000.

Los artículos disponibles tienen descripciones multilingües detalladas y tanto la búsqueda como navegación son de gran facilidad de uso y pueden hacerse en general o por tipo de artículo (imágenes, mapas, manuscritos, etcétera), por palabras clave, tema, período o lugar.

La idea original de crear esta biblioteca internacional surgió del bibliotecario del Congreso James H. Billington quien se lo propuso a la Unesco. Un año después, esa organización junto a la Biblioteca Congreso encabezaron una reunión entre expertos con los principales interesados de todas las regiones del mundo. En el año 2009, la Biblioteca Digital Mundial se lanzó públicamente con contenido sobre cada miembro de dicha organización mundial.

De esta manera, las nuevas tecnologías facilitan que una gran riqueza cultural no se pierda y sea publicada para todo el mundo de una forma no tradicional. A la vez que permite que se encamine el sueño de Jorge Luis Borges: una Biblioteca Universal.

«Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje”, dijo la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay.

“Al tiempo que los países preparan su respuesta, es vital la cooperación internacional para compartir los enfoques más eficaces y apoyar a los estudiantes, los profesores y las familias. La UNESCO está intensificando su apoyo para garantizar que esta crisis promueva la innovación y la inclusión en lugar de exacerbar las desigualdades en el aprendizaje”, añadió.

Además de supervisar el impacto de COVID-19 en la educación, la UNESCO compartió una lista de aplicaciones y plataformas de aprendizaje de libre acceso para su uso por parte de padres, maestros y alumnos, así como por parte de los sistemas educativos. La organización está recomendando a los países a que utilicen la inclusión y la equidad como principios rectores al planificar las respuestas, en reconocimiento de que el cierre de escuelas tiende a afectar más a los alumnos vulnerables.

“Nos enfrentamos a una situación inusual con un gran número de países afectados por el mismo problema al mismo tiempo. Necesitamos unirnos no sólo para abordar las consecuencias educativas inmediatas de esta crisis sin precedentes, sino también para aumentar la capacidad de recuperación a largo plazo de los sistemas educativos”, dijo Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO.

Fuentes: Unidiversidad/Infobae

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