Comienza la cuenta regresiva para las Primarias en Estados Unidos

* Por Daniel Guerín para sintinta.com.ar

Un análisis de las elecciones de salida de Jorge W Bush, Noham Chomsky afirmaba que en los temas relevantes ambos partidos están bien a la derecha de la población general y que esto demostraba el serio déficit democrático en Estados Unidos. Si los temas importantes son marginados del debate, queda claro la profunda aversión por la democracia, y el temor de sus consecuencias, por parte de la elite y la dirigencia en general.

El martes 3 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales de 2020 norteamericanas y el pesado y complejo sistema de selección de candidatos se ha puesto en marcha.

En esta oportunidad los Demócratas son los que llevan el peso de la campaña. Ir contra la reelección del Presidente en ejercicio siempre ha sido complejo. Mucho más que ser el candidato oficialista de un gobierno saliente. Por más que por efímeros intereses circunstanciales algunos pretendan expresar lo contario y afirmen tonterías sin ponerse colorados.

Pero hay algo diferente o novedoso en esta campaña. No solo que el Presidente en ejercicio es diferente y novedoso. También lo es el marco en que se desenvuelven. El sistema institucional ha llegado a un nivel de desarrollo tan extremo, que las maneras de confrontar ha pasado a ser una relación de publicidades y la de comunicar una sumatoria de efectos controlados y monitoreados.

Desde ésta contradicción debemos analizar la interna Demócrata. Que, como pocas veces, cuenta con tantos precandidatos a la hora de iniciar y con una variedad de personajes tan disímiles que cuesta entenderlos dentro del mismo aparato político.

En la largada Republicana no está claro si serán tres, dos uno o ninguno los que confronten con Trump que ya confirmó su candidatura. Éstos son Joe Walsh, William Weld y Mark Sanford. Tres políticos de bajo reconocimiento nacional y a los que Trump llamó Los Tres Chiflados. Según Walsh, Trump no está calificado, es un niño, es imprudente, narcisista, cruel, y miente cada vez que abre la boca. Si esperáramos internas calientes,  este comienzo sería prometedor. Pero aguardemos a que definan sus precandidaturas que, seguramente, estarán surcadas por el juicio político iniciado formalmente en el Senado.

Volvamos a los Demócratas. Tan extrañas son estas internas, que el New York Time se definió por dos precandidatas según lo que el Directorio del periódico llama “modelos radicales” y “modelos realistas”. Partiendo de esta definición (¿?) informan que  «…..estamos respaldando a las candidatas más efectivas para cada enfoque. Ellas son Elizabeth Warren y Amy Klobuchar»

Mi sensación es que muy pocos sabe exactamente dónde están parados y que tampoco tienen en claro a dónde pretenden llegar. La diferencia entre las recetas aplicadas y recomendadas y los resultados obtenidos es tan grande que todo el andamiaje de pensamiento se está derrumbando. Hasta hay un grupo de multimillonarios que recomiendan pagar impuestos luego de haber hecho de la reducción de los impuestos un dogma casi religioso.

Si miramos por encima del aparente desorden temático veremos que el verdaderamente rupturista con el estatus es Bernie Sanders. Por más que el NYT pretenda ver fuera de su círculo el “modelo radical”, es un outsider del Partido Demócrata. Se inscribió como su precandidato para poder llegar a la competencia nacional, ya que el intrincado sistema electoral norteamericano solo permite que los candidatos de los dos grandes partidos tengan chances. Ahora bien, tanto el Partido Republicano como el Demócrata son estructuras nacionales con ramificaciones diversas y particulares con los partidos estaduales, sin tener un ámbito de debate nacional propio que les dé un carácter “federal” o “nacional” a sus postulados y/o principios.

Sanders perdió las primarias hace cuatro años frente a Hillary Clinton, algunos sostienen que le robaron la elección. En aquel tiempo había encuestadores que lo daban como vencedor ante Trump mientras que a Hillary, como finalmente ocurrió, la daban como perdedora. Obtuvo más del 40% de los votos. Lo que en éstas le dan una excelente plataforma de largada.

Ha lanzado una novedosa y original campaña de financiación de su candidatura que tiene formato participativo y transversal con una enorme cantidad de aportantes con el promedio de colaboración de US$20.

Es el candidato que ha juntado la mayor cantidad de adhesiones de organizaciones civiles y ha recibido el apoyo de varios Sindicatos en varios Estados.

Los lugares de seguimiento de sus actividades se llaman  https://berniesanders.com/ ; https://ourrevolution.com/ y está desarrollando una campaña personalizada donde se entabla una comunicación persona a persona. No es una máquina la que lanza un mensaje que el interlocutor quiere escuchar según lo calculado por las bigdata. Es un militante que conversa con la persona que demostró interés en la campaña, la candidatura o el personaje.

Los postulados que ha lanzado son: Nacionalizar la energía, Iniciar un proceso penal contra las petroleras por estar conscientes del daño de algunas de sus actividades y ocultarlo (existe un plan de contingencia de Exxon por el cambio climático que se filtró más allá de sus inversores), elevar sustancialmente los impuestos a los más ricos. Sostiene que las petroleras, las energética, los bancos lo detestan pero que no le preocupa porque son el 1% y él está con el 99%

El 3 de Febrero comienza en Iowa la maratón y el traqueteo indicará cómo se irán acomodando las candidaturas. En la largada las encuestas indican que Sanders y Biden están cabeza a cabeza.

Biden fue el objetivo de Trump a desprestigiar y la maniobra le ha costado el pedido de impeachment, muy poco tiempo atrás el Presidente negaba la existencia de Bernie, hasta que en un tweet expresó “Wow! Qué locura Bernie Sanders está subiendo en las encuestas, luciendo muy bien ante sus oponentes del Partido de No Hacer Nada. Lo que sea que esto signifique.  Manténganse al tanto!” Al que Sanders respondió “Esto significa que vas a perder”

Bajo su paraguas han aparecido nuevos líderes político-sociales que rompen con los estándares de los dirigentes del sistema a los que estamos acostumbrados. Alexandria Ocasio Cortez, Ayanna Pressley, Rashida Tlaib, Ilhan Omar a las que Trump les había ordenado que regresen a sus países a solucionar los terribles problemas que, según él, esos países tienen y después regresen para decir cómo hicieron. Sin duda molestan.

En declaraciones recientes aparecidas en “nbcnews” Hillary Clinton criticó a Sanders anticipando que no se comprometerá a respaldarlo como candidato del partido. «A nadie le gusta, nadie quiere trabajar con él… Todo es una tontería».

Cómo será el charco para que el chancho lo cruce al trote.

Sus seguidores dicen una frase que nosotros conocemos “Bernie ya ganó” Para defender esta afirmación, sostienen que su prédica ha logrado poner en debate temas que hasta hace muy poco tiempo atrás hubieran sido considerados delitos o al menos posiciones antinorteamericanas y que estos temas a debate están cambiando la forma de auto percibirse “americanos”, que ha puesto en discusión aquello del “destino manifiesto” y que está relativizando el concepto de “democracia” tan en boca de quienes a todas luces no aceptan que existan ideas diferentes a las de ellos.

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