River quiere que Enzo no se vaya más

Será eterno, Enzo. Si es el nombre de pila de River. Son cuatro letras que los padres y madres de distintas generaciones eligieron para anotar a sus hijos. Por Francescoli, quienes lo gozaron en los 80 y los 90. Y también por él. El hombre que fue bautizado así gracias a Carlos, su viejo, que le ganó la puja a mamá (ella tenía decidido ponerle Nelson). El destino indicó que Pérez también debía llamarse Enzo. Y jugar en River. Y ser, como corresponde, eterno. Ganador de la Libertadores más maravillosa de la historia del club. Referente indiscutido puertas adentro y afuera. Amado por los hinchas. Y, de prosperar las negociaciones, un jugador que trascenderá incluso los ciclos de Marcelo Gallardo y de Rodolfo D’Onofrio. Porque el club le propuso extender su contrato hasta junio de 2023. Y que sea Enzo, pero forever.

Reteniendo por otras tres temporadas a Enzo, River apunta a seguir con su línea de renovación de referentes. Durante el ciclo de Marcelo Gallardo, el liderazgo fue pasando de capitán en capitán, con o sin cinta: fue de Barovero y Cavenaghi a Ponzio y Maidana; ahora, además de Leo, quienes tienen ascendencia en el grupo son Pinola, Pratto y el propio Pérez, quien cumplirá 34 años el 22 de febrero. Un jugador que se ha convertido en un símbolo para los hinchas. El amor comenzó a engendrarse en 2017, a partir de su insistencia para dejar Valencia en pos de fichar en River. Su devoción por el club, al que lleva en el corazón y en la piel (tiene tatuada en su espalda a la Virgen de Luján con la sigla CARP de fondo) incrementó el vínculo con la gente. Pero fue su nivel dentro del campo de juego el que potenció el cariño. En 2018 como variante creativa; desde 2019 como volante de salida. Demostró que no había regresado al país para recostarse sobre el colchón de méritos que había construido durante su carrera, sino que lo había hecho en plenitud. Se ganó el respeto de todos.

Tiene sentido entonces que el club quiera retenerlo. Las negociaciones para renovar el contrato que vence el 30/6 arrancaron en diciembre. El deseo de Enzo es quedarse. Lo demostró con acciones. En 2018, cuando el Sporting de Lisboa le acercó una propuesta muy seria, la desechó: quería ganar la Libertadores y quitarse el dolor de la eliminación sufrida ante Lanús. Por eso se quedó. Y la ganó en Madrid. Posteriormente, en 2019 fueron los petrodólares qataríes los que lo tentaron. Pero Pérez rechazó nuevamente una oferta para engrosar su cuenta bancaria y se quedó en el club. Incluso declinó la sugerencia informal de Juan Sebastián Verón, ex cumpa suyo, quien lo quería para su Estudiantes, y también algunos sondeos fuertes desde Brasil: Gremio lo tanteó, San Pablo lo incluyó en una lista de deseos aunque sin gestiones formales y hasta sonó para el Flamengo de Jorge Jesus, antes su DT en Benfica.

Quienes forman parte de la gestión son optimistas aunque cautos: nada está cerrado. Quedan resolverse distintas cuestiones. El dinero nunca ha sido una traba, tal y como lo ha manifestado su entorno en varias oportunidades. Entonces, de prosperar las charlas y con la excepción de que le surja una oportunidad irrechazable tanto económica como deportivamente, Enzo podría encarar así los últimos años de su carrera vistiendo la camiseta de sus amores. El club lo quiere tener para siempre. Se ha convertido en un símbolo para River. Uno eterno: su nombre lo obliga.

Fuente. Olé

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