Chile: el peso se hunde y la economía sufre por el estallido social

 

El estallido social en Chile, que lleva más de un mes, está comenzando a afectar seriamente al mercado laboral y a la economía, siendo el sector turístico del país uno de los principales afectados.

 

“Mi contrato vencía el 30 de octubre, y no me renovaron. Los empresarios se justificaron diciendo que las ganancias bajaron, y que los proveedores no pagan. Al final, lo dejan a uno sin trabajo. Ni siquiera hay posibilidad de renegociar”, dijo Carlos Muñoz, que comenzó a trabajar como chofer de Uber.
El sector turístico es uno de los más afectados por la crisis social. La industria proyecta unos 37.000 ceses y 938 millones de dólares en pérdidas, después de que el 50% de los alojamientos hayan sido cancelados.

“Esto no sólo me está pasando a mí. Le está pasando a mucha gente. Sobre todo, a las pymes, que han tenido que cerrar por las manifestaciones”, señaló Muñoz.

En efecto, expertos del sector de las pequeñas y medianas empresas calculan que podría haber unos 100.000 negocios en riesgo de cierre. Al menos 6.800 pymes reportaron robo, saqueo o incendios.

Sectores como el comercio, el ocio o los servicios sufrieron un duro golpe durante estas semanas. El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, calculó que la crisis podría generar hasta 300.000 desempleados adicionales.

La cifra de desempleo se situó en el 7% en el tercer trimestre, pero el Gobierno teme que pueda ubicarse en el 10% próximamente. El último año en el que la desocupación promedió ese valor fue en 2004.

“Toda situación que produzca incertidumbre genera que los agentes económicos se vuelvan más cautos respecto de sus decisiones de inversión o de gastos, lo que, por una parte, frena la contratación de trabajadores, pero también puede provocar despidos, especialmente aquellos que puedan ser más baratos”, comentó Hugo Caneo, docente diplomado en Administración de Riesgos de Unegocios, Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile.

Los hogares chilenos son, además, los más endeudados de la región.

El Gobierno de Sebastián Piñera, cuyo índice de popularidad se encuentra por debajo del 15%, propuso cambios económicos y la redacción de una nueva Constitución, pero las protestas continúan en las calles.

“Si no se vuelve a una situación de orden público, dada la destrucción de muchos supermercados y locales comerciales, así como el funcionamiento a media máquina de muchos otros, se produciría un efecto de disminución de ingresos”, destaca el docente de la Universidad de Chile.

Chile incluso podría entrar en recesión técnica en el último trimestre el año. El Banco Central del país redujo su expectativa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) desde el 2,5% hasta el 1,9%.

Otro problema adicional es la devaluación del peso chileno. El pasado 14 de noviembre, por primera vez en la historia, el dólar estadounidense se pagó a más de 800 pesos, lo que supuso un alza del 15% desde que iniciaron las protestas.

Ayer el peso chileno perdió 1,1% y rompió por segundo día consecutivo su mínimo histórico, al cerrar a 828,36 por dólar. Si bien “no hay evidencia de fugas de capitales. Hay especulación y la incertidumbre lleva a la gente a comprar dólares”, explicó el economista de la Universidad de Santiago, Francisco Castañeda.

El Banco Central de Chile (BC), que semanas atrás inyectó 4.000 millones de dólares a través de licitaciones a 30 y 90 días para frenar la volatilidad, anunció ayer la intervención del mercado cambiario con hasta 20.000 millones de dólares, con un programa de venta de divisas hasta el 29 de mayo. También adelantó para el jueves de la próxima semana la reunión de Política Monetaria para intentar tranquilizar a los mercados.

 

Fuente. ambito financiero

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