El Gobierno profundizó el ajuste en vivienda y educación, pero no logrará cumplir la meta

La meta no refiere realmente al déficit fiscal sino al rojo primario, dejando de lado la creciente carga de intereses, que se duplicó en lo que va del año. El FMI publicó ayer su proyección para el 2019 y se sumó al escepticismo de los privados: proyectó un déficit de 0,8% y por ende un incumplimiento de la meta. En rigor, el Fondo señaló que para el grueso del sector público, es decir gobierno nacional, provincias y municipios, el déficit será de 0,6%. El director de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, ajustó el dato a partir de lo que el Presupuesto prevé para las provincias y obtuvo el número final: el FMI espera 0,8% para el rojo primario del gobierno nacional.Esa proyección es incluso un poco peor que la del 0,75% que esperan los bancos y consultores de la city consultados para el REM del BCRA. El propio Caamaño Gómez considera que en un escenario optimista será de 0,8% y en uno pesimista puede llegar a 1%. Para la consultora PxQ sería de 1,3% del PBI. A esa cifra se le deberá sumar un 3,3% de lo que se estima por carga de intereses. Es decir, un déficit fiscal total por encima del 4% del producto para cuando termine el año.Caamaño Gómez dijo que «la meta del tercer trimestre se cumplió y con un poco de margen. Además el Gobierno tiene margen por el lado de la deuda flotante. Estuvo por debajo de esa meta, con un sobrecumplimiento de $38.493 millones. Eso le da un margen de $60.000 millones y lo puede usar, aunque eso complica las cosas para el 2020».Aun así, para el consultor Hacienda va a incumplir la meta, que permite como máximo un rojo de 0,5%, teniendo en cuenta los permitidos para obra pública financiada en forma externa y para gasto social.

Durante la presentación de los datos del resultado fiscal de septiembre, que redondearon también a los del tercer trimestre, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, mantuvo su visión optimista respecto a las posibilidad de cumplir los objetivos fiscales del resultado primario. Señaló al respecto: «El sendero actual está en la trayectoria del cumplimiento de la meta».

El ajuste fiscal, con especial énfasis en la obra pública, continuó durante septiembre, aunque las elecciones metieron la cola: en las obras para transporte hubo un crecimiento de 73,8% en términos reales. El resto de las partidas sufrieron un ajuste muy grande que se profundizó en el mes: mientras que las obras para vivienda tuvieron un desplome de nada menos que 56,1%, las destinadas a la energía y la potabilización de agua y alcantarillado cayeron 51,3%, también en términos reales. Las que sufrieron el mayor derrumbe fueron las destinadas a la educación, con una baja de 60,8%. En todos los casos, con caídas mayores a las que arrojan el acumulado desde enero.

Las prestaciones sociales también fueron por debajo de la inflación y registraron una caída real de 1,1%, si se toma como válida una inflación de 5,8% en septiembre, tal lo proyectado por el REM. También las transferencias a las provincias registraron una contracción real de 16,8%.

Fuente. BAENegocios/Infografà Junio 2019

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