La sequía de inversiones continúa

La inversión retrocedió en agosto 15,5 por ciento en relación al mismo mes del año pasado. El Indicador Mensual de la Inversión (IMI) acumula dieciséis caídas consecutivas que exponen el profundo impacto de la crisis sobre la actividad manufacturera y la construcción. Las cifras elaboradas por el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala marcaron un leve incremento en la comparación mensual desestacionalizada del 1,3 por ciento respecto a julio pasado.

“La inversión sigue frenada y no logra repuntar”, advierte el reporte del ITE que da cuenta del impacto del ajuste fiscal, el alza en las tasas de interés, las sucesivas devaluaciones, el recorte de la obra pública y la contracción de la demanda sobre la inversión. Las razones de la caída se explican a partir de un retroceso en construcción y maquinaria, los dos componentes del indicador.

La construcción marcó en agosto un descenso de 5,9 por ciento anual. La magnitud de la contracción fue contenida por la expansión de las obras viales en la antesala de las elecciones primarias. No obstante, los proyectos privados se mantienen estancados desde finales del año pasado que se exacerbaron en medio de la incertidumbre post PASO. De acuerdo al informe difundido por el ITE, la construcción marcó caídas en todos sus componentes con la excepción de la demanda de asfalto y yeso.

Por su parte, los desembolsos para adquirir maquinaria y equipos mostraron una caída de 26,6 por ciento en doce meses. La inversión en Equipo Durable de Producción Nacional se redujo 18 por ciento en ese período, acumulando veintidós meses en caída libre. Entre los sectores más afectados se destacan el siderúrgico y metalmecánico. La inversión importada tuvo una caída de 32 por ciento anual que lo convierte en el decimosexto mes consecutivo de recesión. “El renovado ajuste que se observa en este sector se explica en gran medida por la depreciación del tipo de cambio después de las PASO y el nuevo descenso de la actividad”, expresa el reporte del ITE.

La parálisis que se observa en la inversión y el consumo se traduce en el proceso de destrucción de empleo y, en particular, sobre los puestos de trabajo industriales. Las cifras del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) revelan que se destruyeron 143 mil puestos fabriles desde que comenzó el gobierno de Mauricio Macri.

Fuente. Pagina12

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *