La fuga de divisas se duplicó julio: se fueron casi US$3.000 millones

El economista Estanislao Malic dijo: «La salida de dólares, por fuga, salida de depósitos y pago de deuda externa forman un esquema que ya es insostenible. Ni siquiera con superávit comercial alcanza. Tenés compromisos externos con el sector privado en torno a US$12.000 millones durante el año que viene, sin contar Letes. La fuga en este ritmo promedio te agrega unos US$20.000 millones más. A la salida de depósitos no la podés frenar ni siquiera con una devaluación. Seguimos en más de US$30.000 millones al año y esta vez no hay acceso a más endeudamiento».

Y agregó: «Es insostenible. Vas a tener que controlar el mercado de cambios de alguna manera. No hace falta un cepo, hay otras medidas posibles. Y vas a tener que obligar a los exportadores a que liquiden. Tenés una cantidad limitada de dólares para repartir entre los que quieren comprar, los bonistas con los que estás endeudado y los ahorristas que ya tienen depósitos y que quieren sacarlos. La sábana es corta y la mejor opción de las tres es restringir de algún modo a los compradores. El ahorrista ya los tiene, tiene contratos, no se los podés restringir. Al bonista tampoco».

Los números son fuertes: en lo que queda del año, la salida estimada de dólares es de US$34.700 millones, si se repite el nivel de 20% de renovaciones de la última licitación de Letes pre PASO y la corrida bancaria es del 35% de los depósitos. Si a eso se le restan los dólares que enviará el FMI, previa aprobación del directorio, queda un drenaje potencial neto de US$28.300 millones. Con todo, en ese escenario, y con el BCRA jugando fuerte para garantizar la estabilidad cambiaria, las reservas de libre disponibilidad cerrarían el año en apenas US$4.600 millones.

Lo que salvó las papas en julio fue el quinto desembolso del FMI, que sumó US$5.396 millones a la cuenta financiera del MULC, que gracias a él cerró con un superávit de US$2.385 millones. La cuenta corriente, por su parte, dio un positivo de US$498 millones. Ahí se destacaron los bienes, que sumaron US$2.021 millones, de la mano de la cosecha. Los servicios, principalmente por el turismo, generaron un rojo de US$529 millones. Los intereses de la deuda externa fueron la otra gran explicación de la fuerte salida de divisas: negativo de US$925 millones.

Fuente. BAENegocios

 

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