Día nacional de la conservación de los suelos

Mirta Toribio, Ingeniera Agrónoma, en los   mismos destaca la importancia de este día que nace en honor al doctor Hugh Benett, un pionero en la investigación de la conservación y del cuidado de este recurso.

La conservación del suelo es clave en el cuidado de nuestra tierra y en el potencial productivo que posee. Para nuestro país, en donde el protagonismo del campo es indiscutible, cuidar y proteger el suelo es una decisión estratégica con la que Profertil y toda la cadena agroindustrial está comprometida. Solo el 3% del planeta es superficie cultivable, por lo que su conservación es clave para la supervivencia humana: de ese 3% provienen el 95% de los alimentos que se consumen.

El suelo es un espacio complejo y fascinante: bacterias, hongos, insectos y muchos otros organismos conviven allí junto con nutrientes y minerales, creando un verdadero mundo subsuperficial, del cual depende la nutrición de los alimentos que consumimos a diario. De hecho, en una sola cucharada de suelo fértil hay más microorganismos que habitantes humanos en el mundo. Un buen suelo se distingue, señala Toribio, en principio por su color: la materia orgánica es bien oscura.

En la zona de Bahía Blanca, que los suelos presentan características semiáridas, es incluso más relevante el trabajo que se debe realizar para el cuidado del recurso, desde el jardín del hogar hasta las plazas, parques y espacios productivos. Como medida esencial, por ejemplo, se recomienda no descartar el césped cortado del jardín, sino distribuirlo en el mismo suelo para que pueda nutrir a la propia tierra en la que sigue creciendo. Es una forma de ayudar al planeta, al que le lleva 1000 años generar tan solo 1 cm de suelo fértil. Para formar un suelo fértil, tan rico como es la pampa argentina, al planeta le insumió millones de años y transformaciones.

En este proceso, otra ayuda clave son los fertilizantes, que es la manera de reponer (luego de una cosecha) los nutrientes que las plantas necesitan para poder crecer. Los fertilizantes concentran los nutrientes y se aplican en las dosis necesarias para los cultivos. En el caso de la urea granulada que produce Profertil, se habla de un fertilizante nitrogenado, es decir, que aporta nitrógeno al suelo. El nitrógeno es clave porque forma parte de la clorofila, la responsable del proceso de fotosíntesis: sin nitrógeno la planta no podría vivir.

Cuidar los suelos es responsabilidad de todos los que forman parte de la cadena agroindustrial, incluidos los consumidores de alimentos. Para garantizar la sustentabilidad del recurso debe asumirse un compromiso integral, de todos los actores involucrados, desde la fertilización de los suelos hasta la preparación en el hogar de los alimentos nacidos en ese suelo.

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