«No al desguace cultural»

Se dará lectura al documento único elaborado a partir de las propuestas acercadas por la comunidad artística a la Asamblea General de las ramas artísticas del Consejo Cultural Consultivo del mes de abril.

«DIAGNÓSTICO DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS DE LA CULTURA desde 2016 hasta la fecha»

● Talleres artístico-culturales Municipales. Desde 2016 hasta diciembre de 2018
cerraron aproximadamente 100 talleres municipales: Fueron afectadas más de 2.000
familias de los sectores más vulnerables de la ciudad como Vista Alegre, Villa Nocito y el
Barrio Miramar, sin considerar todas aquellas que ni siquiera fueron alcanzadas por el
programa de talleres municipales.
El despido de sus docentes fue encubierto por la notoria precarización laboral en la que
funcionaban, y que aún se sostiene en aquéllos que siguen funcionando: Los contratos
bimestrales o trimestrales, la precaria situación de monotributarización, entre otros
absurdos, convierten al docente en proveedor del Estado con toda clase de manoseos
característicos de la violencia institucional.
El vaciamiento sistemático de los programas NIDO, Envión, Talleres de Gral. Cerri y
Orquesta Infanto Juvenil del barrio Miramar son sólo algunos ejemplos del impacto de
estos cierres en el acceso de la comunidad a la cultura.
.
● En cuanto a los Museos Municipales, el deterioro y pérdida del patrimonio de la ciudad
por falta de inversión en medidas de seguridad y en espacios de conservación avanza:
La puesta en valor de la Lancha ‘El Águila Blanca’ del Museo del Puerto, el espacio de
conservación de obra para los museos de Arte, y las medidas de seguridad en el Museo
de Ciencias son sólo algunos ejemplos.
La carrera municipal está frenada, no hay recategorizaciones y no se cubren los cargos
vacantes ante jubilaciones o renuncias. Cuando hay incorporaciones, la mayoría de las
veces se da bajo la figura de monotributista profundizando la precarización laboral.
Los y las trabajadores son quienes muchas veces compensan lo que el Estado debería
resolver, cuidando del patrimonio o soportando situaciones de vulnerabilidad laboral para
garantizar el acceso a la cultura de la comunidad de Bahía Blanca.
● El aumento en las tarifas viene golpeando fuertemente la actividad de los Espacios
Culturales Independientes, que sostienen cotidianamente la actividad cultural local, y
que este año en particular deberán absorber agenda que no puede sostenerse en otros
escenarios como el del Teatro.

● Han disminuido terriblemente las contrataciones artísticas, y esto genera la
reducción de la agenda cultural gratuita para la comunidad, junto a la invisibilización de
la actividad artística local.
● Los Carnavales, por ejemplo: Se desfinanciaron las actividades de los Corsos Barriales
de 2017, recortando la suma solicitada por la Asociación de Murgas Bahienses.
Asimismo, el tradicional corso céntrico no se realizó en 2018 ni en 2019.
● El Cierre del Teatro Municipal se realizó después de tres años de saber cuál era el
estado del Teatro y las necesidades de refacciones.
Se cerró sin ningún plan de contingencia para la actividad que sostenía, y sin un
presupuesto de tiempo específico para las refacciones a realizar.
Esto tiene un fuerte impacto en la agenda cultural, la actividad de los OAS, el traslado
forzado de los talleres de ATS y talleres del teatro, y la reducción en la recaudación de la
tasa de espectáculos que nutre el Fondo Municipal de las Artes, entre otras
problemáticas.
● El Fondo de Financiamiento de Hechos Artísticos Culturales con Continuidad en
el tiempo (llamados “Eventos Permanentes”) se encuentra hoy desbordado por las
necesidades de financiamiento que presentan estos eventos autogestivos sin fines de
lucro de la ciudad en este contexto inflacionario, y continúan planteando el debate urgente
de un mayor presupuesto para Cultura.
● Las Escuelas de Artística enfrentan año tras año condiciones edilicias deplorables que
atentan contra la escuela pública y el alumnado. Su reclamo histórico por las mejoras y
adecuamiento de los establecimientos educativos a las necesidades de formación y
requerimientos básicos de seguridad y accesibilidad sigue siendo desoído, mientras la
administración del Fondo Educativo los ignora sistemáticamente.
La Escuela de Danzas no tiene siquiera edificio propio. El Conservatorio de Música debió
llenarse de anexos y funcionar en tres sedes sin que sea suficiente por el número
creciente de estudiantes. Tanto éste como la Escuela de Teatro y la Escuela de Artes
Visuales funcionan en casonas viejas mal adaptadas como aulas.
Si la matrícula en la formación artística crece, pero las inversiones se fugan hacia otros
ámbitos, se atenta deliberadamente contra la educación artística y la cultura local. Es
urgente que se evalúe la forma discrecional en que se está manipulando el Fondo
Educativo en Bahía Blanca, y que verdaderamente se utilice para tener escuelas públicas
de calidad.
● Organismos Artísticos del Sur, que comprenden Orquesta Sinfónica Provincial, Ballet
del Sur y Coro Estable, tienen sus cuerpos artísticos diezmados, un magro presupuesto
para funcionamiento, vaciamiento progresivo y contratos basura, lo que constituye la peor
crisis de su historia.

El Desguace cultural, y la Emergencia Social en que se enmarca, demandan una

solución urgente. Y la única respuesta posible es la inversión pública, un presupuesto a
disposición de los sectores más vulnerables de la ciudad y la decisión política de detener
el desmantelamiento de la cultura en la ciudad, de escuchar de una vez por todas a
quienes dan vida cotidianamente a la escena artística de Bahía Blanca y a una ciudad
entera que viene sufriendo la vulneración de sus derechos culturales.

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