Un paso para recomponer el vínculo con Carrió

En un intento por mejorar la relación, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, recorrió los 86 kilómetros que lo separan de Exaltación de la Cruz y tuvo una reunión con Elisa Carrió. En principio, se había especulado que el encuentro de Lilita fuera con el presidente Mauricio Macri, con el que todo diálogo está cortado desde el año pasado, pero finalmente fue con su ministro coordinador. El encuentro duró dos horas y hablaron del panorama general de las elecciones 2019 en los distintos distritos. En los últimos días, Carrió ratificó su apoyo a la reelección de Macri, pero le apuntó a algunos de sus ministros. A Patricia Bullrich la acusó de “bolsonarizarse” y llegó a decir que intenta escucharla a través de sus custodios.

La relación entre Macri y Carrió volvió a quedar tirante luego de que la líder de la Coalición Cívica lo acusara de querer pactar con el peronismo para que hubiera impunidad en hechos de corrupción. La dirigente también exigió que Macri echara al ministro de Justicia, Germán Garavano, cosa que Macri no hizo. “Elige o cae”, le planteó Carrió, quien también atacó la reforma electoral, en la que el macrismo buscaba permitir el financiamiento a través de empresas y que naufragó en diciembre del año pasado.

Carrió llegó a decir que “también hay corrupción en Cambiemos” y que Macri la llamaba y ella no le atendía el teléfono. Después de eso, el mandatario no aceptó más conversaciones con ella, pese a que desde ambos sectores siguieron trabajando en una recomposición.

Ya en estos días, en su reaparición pública, la dirigente bajó los decibeles al hablar del Presidente: “Yo nunca me peleé. Cuando sé que no tengo el control de la discusión es preferible no hablar. Es como con los maridos, es preferible no hablar porque hubiese sido contraproducente para Cambiemos”, fue su forma de explicar lo ocurrido. “Tenemos una relación así. El ya sabe que a veces no lo atiendo, que no tengo ganas, y lo acepta”, aseguró. No es lo que dicen en la Rosada sobre cómo toma Macri las críticas de Carrió.

El encuentro con Peña de ayer fue un primer paso para recomponer. El jefe de Gabinete viajó hasta la residencia de Carrió y tuvo una extensa conversación política con ella. Los acompañó el presidente de la Coalición Cívica-ARI, Maximiliano Ferraro. Según comentaron a este diario cerca de los participantes, el encuentro duró unas dos horas y conversaron sobre la “situación regional, y de la Argentina”. En el capítulo regional el caso Venezuela ocupó algunos minutos más donde los tres criticaron, sin fisuras, al presidente Nicolás Maduro. Todos destacaron que en el encuentro hubo un “excelente clima”, como para ahuyentar las ideas de ruptura que siempre circulan cuando Carrió tensa la cuerda. Los tres hicieron un repaso por la situación electoral en los distintos distritos, además del escenario político nacional.

Carrió y Peña, una vez más, tienen coincidencias en un tema ríspido de Cambiemos: el desdoblamiento (o no) de las elecciones bonaerenses. En público, la líder de la Coalición Cívica dijo que los que lo proponen “son oportunistas. Pero Cambiemos no desdobla”. Música para los oídos de Peña, quien viene resistiendo esa posibilidad pese a los consejos del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, del titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y pese a que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal cada vez lo está considerando más seriamente. En Carrió, Peña puede encontrar una aliada inigualable para ese debate interno. Entre los concurrentes destacaron a este diario que con Peña “no se habló de Patricia Bullrich”. Ya había sido suficiente lo que Carrió tuvo para decir de ella en público. En un canal de cable, aseguró que Bullrich le hizo poner una custodia, pero Carrió la dio de baja. “¿Qué me pusieron? La Policía a 70 metros para escucharme”, sostuvo Carrió. “Le digo al jefe de la Federal: ‘Dígale a Patricia que no me escuche’. Dejen de hacer eso porque yo voy a la Comisión de Seguimiento (de los servicios de inteligencia)”, amenazó. En materia política, Carrió viene cuestionando las iniciativas del Gobierno que motoriza Bullrich, como el reglamento de uso de armas de fuego para las fuerzas federales. “Yo no quiero un Bolsonaro en la Argentina”, le reprochó.

No fue al único ministro al que le destinó advertencias: a Nicolás Dujovne le recomendó “que no busque ampliar su territorio” de poder. Nuevamente: una dulce melodía para los oídos de Peña. Al ministro de Producción, Dante Sica, le exigió que se “ponga los pantalones largos”. “Tampoco tienen que ser tan largos”, bromeó con la estatura del funcionario. Carrió insiste en que no será candidata. En televisión, también dijo: “Estuve recién con Horacio (Rodríguez Larreta) y le expliqué las razones por las cuales no quería ser senadora, que no tenía salud para eso y que me quería dedicar a la lucha humanista”, indicó. Como otras veces,  asegura que se jubilará y que fundará una ONG para luchar contra la corrupción y recuperar el dinero robado. Sostuvo que la encontrarán en las rutas argentinas: “Soy rutera”.

Fuente. Pagina12

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *