Se acabó la espera

La Conmebol confirmó que el campo de juego de la Bombonera le ganó la batalla a los pronósticos meteorológicos. Los hinchas del fútbol no tendrán que esperar a la semana que viene para disfrutar de la histórica final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors. A partir de las 16 horas, tal cual como estaba previsto tras la suspensión de ayer, los jugadores de ambos equipos entrarán al estadio de La Boca para protagonizar el encuentro más importante del fútbol argentino.

A pesar de que los pronósticos climáticos señalan que lloverá hasta las 15 horas, una hora antes de la hora estipulada para el partido, las autoridades internacionales ratificaron que hoy será el día de la primera de las dos finales coperas. Es que apenas cayeron 25 milímetros desde las 18:00 del sábado hasta la mañana del domingo, cuando durante toda la jornada de ayer fueron más de 110, el promedio de lluvia de todo el mes de noviembre.

Tras haber recorrido el estadio, el brasileño Wilson Seleme, jefe de los árbitros sudamericanos, y Héctor Baldassi, miembro argentino de la comisión de árbitros sudamericanos del organismo, verificaron que el estado de la cancha es óptimo para albergar al espectáculo futbolístico que aguardan argentinos y extranjeros de todo el mundo.

Desde las 16, con el arbitraje del chileno Roberto Tobar, se verán las caras por primera vez en una final de la Libertadores el River de Marcelo Gallardo y el Boca de Guillermo Barros Schelotto. Gallardo no podrá estar en el estadio ni hablar con sus jugadores, sancionado por haber interactuado con ellos durante el partido con Gremio al ignorar una penalidad similar.  Los técnicos jugarán un partido aparte, a partir de la rivalidad entre ambos comenzó como futbolistas y que continúa en el rol de entrenadores.

La definición de la Superfinal marcó las últimas dos semanas en Argentina e incluso el presidente Mauricio Macri, fanático de Boca y ex presidente del club, se entrometió en el partido. Primero, el mandatario expresó su deseo de que el encuentro se jugara con público visitante con declaraciones demagógicas, a pesar de que está prohibido en la superliga por motivos de seguridad. Los presidentes de ambos clubes tuvieron que salir a aclarar la situación y coincidieron que fue un error del mandatario no consultarlos antes de interferir en esa decisión. Macri luego definió al entrenador de River como “un culón”, como si estuviera colgado del alambrado

Fuente. Pagina12

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