Hay 3.571.983 argentinos con discapacidad

Fue tema de campaña e incluso se siguieron abonando sospechas durante el primer tercio de mandato del presidente Mauricio Macri. Hasta durante el año pasado el gobierno había llevado adelante una revisión de la lista de personas que cobran pensiones por invalidez: el dato central era que, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, los beneficiarios habían pasado de menos de un cuarto de millón a casi 2 millones. Se llegó a decir que el salto era incompatible con “un país que no ha sufrido catástrofes humanas de ninguna índole”, aunque las rutas argentinas contabilizan anualmente más muertos –más de 7.200 el año pasado y casi 190.000 en los últimos 25 años, según la ONG Luchemos por la Vida– y sobrevivientes con secuelas irreversibles que conflictos armados en otras latitudes. Pero ahora las suposiciones dejan de ser tales: en el país no hay 2 millones de personas con dificultades, sino un 75 por ciento más: son 3.571.983 las y los argentinos mayores de seis años que padecen algún tipo de discapacidad.

La cifra fue difundida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Surgió a partir de un estudio que pidió la vicepresidenta y titular del Senado, Gabriela Michetti.

El resultado es preliminar –los datos definitivos están en elaboración– y equivale, según se publicó, al 10,2% de la población mayor de seis años. El relevamiento que marca que 10 de cada 100 personas que viven en localidades de más de 5.000 habitantes soportan algún tipo de dificultad.

La región de Cuyo es la que presenta mayor proporción, con el 11%, y la contraparte es la Patagonia, con el 9%, el menor porcentaje.

La región del Noroeste tiene un 9,6% de personas con discapacidad; el Noreste el 10%, y la región Pampeana y el Gran Buenos Aires el 10,3%.

De la población relevada con problemas, el 59% declaró padecer una dificultad, mientras que el 30,5% señaló tener dos o más. Un 10,5% no declaró padecer problemas, pero posee certificado de discapacidad vigente.

A escala total, 3 de cada 10 personas con discapacidad tienen certificado vigente (34,6%), pero el doble, 6 de cada 10, no lo tienen ni lo tuvieron.

En cuanto al tipo de dificultad, entre la población con sólo una se observa que, en orden, la que más prevalece es la motora, seguida por la visual, la auditiva y la mental-cognitiva, mientras que las del habla y la comunicación, y del cuidado de sí mismo son las menos relevadas.

El estudio detectó que en uno de cada 4 hogares de las localidades de 5.000 habitantes hay al menos una persona con dificultad, aunque en la región Patagónica la relación desciende a 1 de cada 5 hogares y en Cuyo asciende a 1 de cada 3 hogares.

En cuanto a la cantidad de personas con dificultad por hogar, la mayoría de los hogares (81,7%) tiene una sola persona con dificultad, pero en 2 de cada 10 hogares viven 2 o más personas con dificultad.

El Estudio Nacional Sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad se elaboró a partir del convenio con la Agencia Nacional de Discapacidad –donde en abril pasado el gremio ATE denunció el despido de más casi 70 trabajadores y la paralización de unos 100 mil expedientes– y en el marco del Plan Nacional de Discapacidad promovido por la vicepresidenta Michetti.

Para la Organización Mundial de la Salud se considera que la discapacidad es toda limitación en la actividad y restricción en la participación, originada en la interacción entre la persona con una condición de salud y el entorno físico, humano, actitudinal y sociopolítico, para desenvolverse en su vida cotidiana.

El estudio se realizó en las localidades urbanas de 5.000 y más habitantes de todo el territorio nacional, durante abril y mayo de este año: se visitaron alrededor de 41.000 viviendas particulares, mediante la metodología de entrevista directa, utilizando dispositivos digitales.

Involucra 6 regiones estadísticas: Gran Buenos Aires (ciudad autónoma y los 24 partidos del Gran Buenos Aires); Noroeste (Catamarca, Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja y Santiago del Estero); Noreste (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones); Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis); Pampeana (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa y resto de Provincia de Buenos Aires), y Patagonia (Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego).

La vicepresidenta, que impulsó la creación de la Agencia Nacional de Discapacidad tras el escándalo por la baja de pensiones no contributivas –después repuestas– por parte del Ministerio de Desarrollo Social, celebró el trabajo del Indec: “Hoy tenemos datos concretos”, remarcó sobre las personas con distintas discapacidades que viven en la Argentina.

Radiografia

La cantidad de personas con discapacidad es mayor entre las mujeres que entre los hombres y, si se considera la edad, los más afectados son los varones mayores de 40 años y, más específicamente, a partir de los 65 años.

El Indec indicó que el porcentaje de personas con dificultad “presenta variaciones según se trate de varones o mujeres, y aumenta según la edad”.

En general, la prevalencia es mayor para las mujeres que para los varones, en especial a partir de los 80 años, donde alcanza una diferencia de 10 puntos porcentuales entre ambos sexos.

Una de cada dos mujeres de 80 años o más posee alguna dificultad, sostiene el informe oficial.

Del total de varones con dificultad, el 32,5% corresponde a población de 65 y más años de edad, en tanto, en el caso de las mujeres, la proporción de dicho grupo alcanza el 41,9%.

Entre los más jóvenes, la cantidad de personas con discapacidad se ubica en el 5%, inferior a la que se presenta a partir de los 40 años con el 12,1% y más específicamente a partir de los 65 años, cuando supera el 25%.

Desde los 65 años, la proporción continúa en aumento, hasta alcanzar el 46,6% a los 80 años y resulta esperable la diferencia que se registra entre las personas de 65 a 79 años y el grupo de edad de 80 años y más (21,2 puntos de diferencia).

En el análisis por grupos de edad se advierte que, mientras que en la población de 6 a 14 años predominan quienes tienen dificultad sólo mental-cognitiva (48,3%), entre la de 65 y más años se destaca la motora.

En tanto, en el grupo de 15 a 64 años se acentúa la presencia de personas con solo dificultad motora y sólo visual.

Según el relevamiento, el certificado de discapacidad vigente es usado principalmente para obtener el pase libre de transporte, la cobertura integral de medicación y salud y para obtener las prestaciones de rehabilitación y educativas, pero el 9,5% de la población con dificultad que tiene el certificado vigente, no lo usa.

Fuente. El Ciudadano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *