Priapismo: una condición incómoda que produce erecciones persistentes

Según la Clínica Mayo de EEUU, esta condición afecta por lo general a los hombres en la treintena, y aunque en términos generales es poco común, puede aparecer en pacientes con otras enfermedades de base o bien como efecto secundario de otras medicaciones, del uso de drogas ilícitas o del alcohol.

Alcanza a 5 de cada 100.000 varones, según un estudio publicado en 2013 en Journal of Urology. Aunque también puede presentarse en mujeres el priapismo del clítoris.

La condición no es causada por la estimulación sexual sino por un problema de circulación de la sangre, que se queda bloqueada en el pene, según informó la BBC.

Es que en condiciones normales, la erección se produce cuando aumenta el flujo sanguíneo hacia los tejidos esponjosos del pene tras la estimulación física o psicológica, y una vez finalizada, la sangre fluye hacia afuera y el órgano retorna a su estado de flaccidez. Pero en el caso del priapismo, ese flujo sanguíneo normal está alterado.

«Si usted tiene una erección que dura más de 4 horas, necesita cuidados médicos de emergencia», dice la Clínica Mayo. Es que si no circula la sangre se pueden formar coágulos y el tejido eréctil tiene riesgo de quedar dañado o morir por falta de oxígeno en las células, lo que podría ser causal permanente de disfunción eréctil.

Existen dos tipos de priapismo, y cada uno de ellos requiere un tratamiento en particular. En primer lugar está el isquémico, el más peligroso y doloroso, en el que el cuerpo del pene está rígido pero el glande está blando. En estos casos se realiza un drenaje para que la sangre pueda salir y se administra medicamentos para terminar con la erección.

El otro es el llamado priapismo no isquémico o de alto flujo, que no causa dolor y suele desaparecer sin tratamiento. En este caso no hay riesgo inmediato de daño de los tejidos del pene. Se reconoce porque el órgano puede estar erecto pero no del todo rígido y, para terminar con la erección, el médico puede colocar bolsas de hielo y hacer presión en el perineo.

En ambos casos si los tratamientos convencionales no funcionan puede ser necesaria una cirugía para redirigir el flujo sanguíneo.

Fuente. doctor salud

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