Expertos advierten sobre un nuevo fenómeno mundial: el cripto-blanqueo

El último blanqueo de capitales en Argentina fue tan exitoso fundamentalmente por las medidas internacionales que prometían empezar a compartir (de manera automática) información con el país sobre los bienes que los argentinos tenían en el exterior.

Para atacar el lavado internacional de dinero producto del terrorismo, el tráfico de armas, el narcotráfico y otras actividades ilícitas, el mundo empezó a cambiar.

Esconder el dinero por los medios tradicionales cada vez es más difícil. Solamente los “Panamá Papers” lo demuestran.
Es así que surgió este “nuevo” mecanismo, para captar todo ese caudal de dinero “negro”: “El Cripto-Blanqueo” o “El Cripto-Lavado”.

Por primera vez en 2017 el “World Drug Report” (Informe Mundial de Drogas) de la ONU (Naciones Unidas) incluye un capítulo referido a cómo las redes de tráfico de drogas (y otras organizaciones criminales) recurren al bitcoiny a las monedas virtuales para enmascarar la actividad.

El 16 de marzo de 2018, la OCDE publicó un nuevo Informe (“Tax challenges arising from digitalisation”), que consta de 218 páginas, a fin de articular una solución internacional consensuada para los impuestos en la economía digitalizada.

El 26 de julio del año pasado, fue arrestado en Grecia Alexander Vinnik, un cibercriminal al que se le acusa de haber blanqueado 4.000 millones de dólares a través de su casa de cambio “BTC-e”, una de las mayores empresas de cambio de bitcoins del mundo.

El 9 de abril de este año, se detuvieron 11 personas en España dedicadas al“Cripto Blanqueo” de capitales, en una operación denominada “Tulipán Blanco”, en la que tuvieron que trabajar en forma conjunta las autoridades de Europool, Interpool, Estados Unidos, Colombia y España para lograr su detención.

En ambos casos, el gran “error” que permitió la detección de los dos grupos lavadores fue el pasar de las criptomonedas (economía digital) a la economía real. Es decir, cambiar los Bitcoins por Euros.

La gran ventaja que ofrece el Bitcoin (y otras monedas digitales) para losevasores y lavadores de dinero, responde a que: (i) no están respaldadas por el banco central de ningún país (no existe un Organismo de Control); (ii) total anonimato; (iii) se puede comerciar internacionalmente, manteniendo dicho anonimato; (iv) sistema de criptografía que evita el rastreo y la trazabilidad de a quién pertenece el “dinero”.

El Bitcoin, por ejemplo, ofrece un sistema denominado “CoinMixer”, que se utiliza para mezclar los fondos de un usuario con los de otro, con el objetivo de confundir el rastro de la fuente original de la transacción.

De esta manera, es imposible determinar de dónde provienen los fondos(de qué usuario).

Lo llamativo es que, los creadores del Bitcoin no intentan ocultar esta circunstancia. Sino todo lo contrario, la realzan como una de sus grandes virtudes.

El “mixing” se traduce en una lavadora o licuadora, en donde entran Bitcoins “negros” y salen “azules”.

La clave de esta “mezcladora” es que no solicita información de ninguna cuenta o información personal alguna al momento de hacer la transacción y, además, no guarda ningún registro acerca de las actividades realizadas por los visitantes de la misma.

El anonimato es el mayor atractivo que ofrece este servicio. El sistema es completamente anónimo.

El gran problema ocurre cuando se hace el cambio a moneda real (euros, dólares, pesos). Allí hay que pasar por un banco o una casa de cambio y es posible la detección de los delincuentes (como ocurrió en las dos causas mencionadas).

Hasta la política empieza a ver con buenos ojos este sistema. Recordemos que el presidente venezolano Nicolás Maduro dispuso la creación de una nueva cripto-moneda, “el Petro”, para intentar burlar la presión “del capital internacional contra Venezuela”.

Fuente: iprofesional

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