¿Cuáles son las enfermedades que pueden transmitir los perros?

Al igual que las personas, los animales sufren todo tipo de enfermedades que pueden afectar su salud y repercutir negativamente en el funcionamiento de su organismo. Muchas de ellas son exclusivas de las razas o de la especie, pero hay otras que se pueden transmitir a los humanos y pueden desencadenar reacciones negativas en ellos.

Dermatitis alérgica

Los perros, al igual que la mayoría de los mamíferos, suelen tener pulgas y garrapatas -ambos parásitos que viven y se alimentan de él-. Las pulgas no transmiten ningún tipo de enfermedad de los perros a las personas, solo pueden desencadenar una dermatitis alérgica a partir de sus picaduras. Si bien no se trata de una enfermedad que se contagia de animal a su dueño, la realidad es que se relaciona con la mascota porque si no estuviera probablemente las pulgas no podrían picar a la persona.

Esta patología se da únicamente en personas que son alérgicas, por lo que las picaduras no afectan a todos por igual. Las pulgas no solo pican sino que además dejan su saliva en la piel, que es el elemento que desencadena la reacción. Además de los fuertes picores, que se incrementan en el caso de la alergia, el engrosamiento de la piel es un signo común de la dermatitis por picadura de pulga. A su vez, pueden aparecer pequeños bultos rojos en la piel, cerca de la picadura. También es esperable que la zona presente inflamación, que puede acabar formando ampollas llenas de líquido debido a la reacción alérgica o la infección.

Enfermedad de Lyme

Las garrapatas, por su parte, pueden causar la enfermedad de Lyme, tanto en el animal que los aloja como en los seres humanos. Se trata de una patología que se puede desarrollar a partir de cuatro bacterias: la Borrelia burgdorferi, la Borrelia mayonii, la Borrelia afzelii y la Borrelia garinii. Las dos primeras están más presentes en la región de América del Norte, mientras que las bacterias Borrelia afzelii y Borrelia garinii son las principales causantes de esta patología en Europa y en Asia. La transmisión se produce mediante la picadura de una garrapata de patas negras infectada. Si bien pueden estar presentes en animales domésticos, es menos frecuente, ya que las garrapatas que provocan esta afección suelen habitar en zonas boscosas y templadas donde los perros pueden pasear con sus dueños.

Además, es importante aclarar que es más probable que una garrapata pase de persona a perro que de este animal a un humano.

El síntoma más común es una erupción roja alrededor de la mordida del insecto. A continuación, el animal o la persona suele manifestar síntomas parecidos a la gripe, pero si no se trata a tiempo, la enfermedad de Lyme puede causar inflamación en las articulaciones y ocasionar problemas neurológicos.

Rabia

A su vez, los perros también pueden transmitir la rabia, una enfermedad grave que se contagia a través de la saliva en una mordida. Junto con los gatos y los murciélagos, son los responsables del 99% de los casos en los que la enfermedad se transmita a los humanos. Los síntomas más característicos son fiebre alta, dolor y parestesia -una sensación de hormigueo y picor- en el lugar de la herida y un comportamiento agresivo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una patología vírica infecciosa que puede resultar mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos. La enfermedad también se puede extender hacia al cerebro y sistema nervioso. En este caso, puede provocar severos daños, tanto en humanos como en animales.

La rabia en los humanos puede adoptar dos formas: la rabia furiosa o la rabia paralítica. En la primera, los enfermos presentan signos de hiperactividad, excitación, hidrofobia -miedo al agua- y, a veces, aerofobia -miedo a las corrientes de aire o al aire libre-. La otra forma, por su parte, tiene una evolución menos grave y, por lo general, más prolongada. Los músculos se van paralizando gradualmente y la parálisis se propaga desde el punto de la mordida hacia el resto del cuerpo.

Leptospirosis

Se trata de una enfermedad producida por una bacteria que puede estar presente en la orina de ciertos animales como roedores, perros, vacas, cerdos, caballos y algunos animales silvestres.

El contagio se produce por el contacto directo con la orina de un animal infectado, o con agua y/o ambientes contaminados. Dado que la bacteria sobrevive en lugares húmedos y protegidos de la luz, el riesgo de contraerla aumenta si se producen inundaciones o al desarrollar actividades recreativas en ríos, lagos, lagunas, arroyos -como nadar, pescar, acampar, o realizar deportes náuticos-.

En principio, se manifiesta como un cuadro gripal con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general. En una segunda etapa, si no se trata en forma adecuada, puede avanzar y tener consecuencias más graves sobre el organismo.

Fuente: iprofesional

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *