Una sesión que marcará el pulso de Diputados

En medio de arduas negociaciones para avanzar con la quita de impuestos en las facturas de luz y agua que ya votó el Senado pero necesita la aprobación de Diputados, la Cámara baja sesionará este jueves 24, pero difícilmente trate el proyecto en cuestión.

Con la oposición abroquelada, la intención del Ejecutivo de sacarle el 6 por ciento de carga a las facturas de luz que va destinada a los municipios enfrenta verdaderos escollos, debido a que en Diputados el bloque de Cambiemos no tiene la mayoría propia y necesita negociar con alguno de los bloques opositores.

Ante la imposibilidad, hasta ahora, de llegar a un acuerdo amplio que garantice la votación de dos tercios de un proyecto sobre tablas, la ley que ya pasó por el Senado tendrá entrada formal en la sesión del jueves, pero recalará primero en la comisión de Presupuesto e Impuestos antes de volver al recinto.

De todos modos, una vez que traspase esa comisión presidida por el oficialista Marcelo Daletto, para que el proyecto salga airoso Cambiemos deberá encontrar aliados. Las principales negociaciones apuntan a las legisladoras Alejandra Martínez (en el bloque Convicción Peronista junto a Patricia Cubría) y Rocío Giaccone (en la bancada Peronismo Kirchnerista con José Ottavis).

Ambas legisladoras han presentado iniciativas que van en el mismo sentido que la del oficialismo, y creen en Cambiemos que a partir de allí pueden ser aliadas en esta oportunidad. Más aún, esos dos bloques están compuestos por legisladores que no responden de manera directa a intendentes.

Pero las negociaciones del oficialismo van más allá, y no sólo se concentran en las autoridades de Diputados. El Ejecutivo ha decidido jugar fuerte en pos de conseguir esa normativa y de cerrar otros acuerdos, que en algunos casos nada tienen que ver con la cuestión tarifaria.

Como se ha señalado en más de una oportunidad, el gobierno de María Eugenia Vidal demora el envío de pliegos al Senado para ocupar distintas sillas vacantes en organismos del Estado que necesitan la aprobación de la Cámara alta. El Tribunal de Cuentas se ha convertido por estos días en la vedette de esas negociaciones, ya no directamente con los senadores, sino con los espacios políticos y sus líderes, como por ejemplo Sergio Massa y los intendentes peronistas dialoguistas.

Molestó en Diputados y en calle 6 que el Senado sacara el proyecto de rebaja de impuestos en las tarifas sin el acompañamiento de ninguna otra bancada y apoyándose en la mayoría propia. Se aduce en la Cámara baja y en el Ejecutivo que debieron haber avanzado en un acuerdo con alguna fuerza opositora para facilitar el tratamiento posterior.

Después de la votación en el Senado, desde el Ejecutivo se echó a rodar la versión de que de las tres sillas vacantes en las vocalías del Tribunal de Cuentas sólo enviará al Senado el pliego de un vocal. La elegida sería la actual Secretaria Legal y Técnica, María Fernanda Inza.

El 31 de mayo se hace efectiva la renuncia de Gustavo Fernández y el órgano de control se quedará sin quórum, con solamente dos miembros: su presidente Eduardo Grinberg y el vocal de Reparticiones Autárquicas y Entes Especiales, Miguel Teilletchea. Entonces, ¿qué pasará con las otras dos vocalías que permanecen vacías desde el año pasado? “No hay apuro, con un vocal más el Tribunal funciona porque tiene quórum”, aducen en el Ejecutivo.

También reconocen que no mandarán los otros dos pliegos sin antes llegar a un acuerdo con algunos de los sectores de la oposición, que puedan acompañar además algunas medidas necesarias para el Gobierno. En síntesis, nadie tendrá el privilegio de “cobrar políticamente” en el Tribunal (lo que debería hacerse extensivo al directorio del Banco Provincia) si no aparecen los apoyos en Diputados a la ley de recorte de impuestos en las tarifas, y a algunas otras iniciativas que por ahora tienen a toda la oposición en disidencia.

El látigo tampoco está reservado exclusivamente a la falta de concesión de cargos que la oposición apetece, también se estudia aplicarlo con otras iniciativas que volverían a poner en aprietos a los legisladores con los intendentes. Por caso, se negocia bajo la advertencia de que si no se acompaña la rebaja de impuestos a la tarifas llegará otra ley a la Legislatura por la cual las prestatarias del servicio de luz dejarán de adosar a sus facturas el cobro del alumbrado público. Y si esto sucede los intendentes deberán hacerse cargo también de esa tasa, que obviamente no quieren.

Fuente: La Tecla

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *