Una copa esquiva para Boca y River con algunos antecedentes para el olvido

A la primera edición del torneo que enfrentaba a los campeones de la temporada se disputó en 2012, Boca llegó tras ganarle la final de la Copa Argentina a Racing. Cayó ante el Arsenal de Gustavo Alfaro, que le arrebató el Final de ese año ganándole en La Bombonera, por 4 a 3 en los penales tras terminar 0 a 0 en los 90 minutos.

En la segunda mitad de 2014, Huracán volvió a Primera División -en aquella B Nacional de diez ascensos- y lo celebró ganándole la final de la Copa Argentina a Rosario Central con un heroico Marcos Díaz. River, que en el primer semestre de ese año ganó su último torneo local, venía de ganar la Copa Sudamericana, estaba a punto de ganar la Libertadores y la Recopa pero en la Supercopa Argentina festejó el «Globo» de Apuzzo por 1 a 0 gracias a un gol de Edson Puch.

Boca pudo haber sido campeón de oficio de la Supercopa Argentina 2015 ya que en esa temporada ganó el Torneo Julio Humberto Grondona -el de 30 equipos- y la Copa Argentina con aquella polémica final contra Rosario Central. Sin embargo, la AFA dispuso que enfrente a San Lorenzo y el «Ciclón» de Pablo Guede lo aplastó: un 4 a 0 que terminó dejando con un pie afuera al entrenador por ese entonces Rodolfo Arruabarrena.

Por último, el Lanús de Jorge Almirón fue el verdugo de River en 2017. Antes de dejarlo afuera de la Libertadores con el 4 a 2, tras ir ganando los dirigidos por Marcelo Gallardo por 2 a 0, lo goleó 3 a 0 en febrero de ese año.

Fuente. ambito financiero

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