Suplementos deportivos, ¿son buenos o malos para la salud?

La alimentación es un pilar fundamental para el buen funcionamiento del organismo, la prevención de enfermedades y para sentirse saludable. Todas las actividades que una persona podrán ser desarrolladas de una manera más efectiva por alguien que se encuentra bien alimentado y con energías.

La actividad física, por su parte, también es un factor fundamental que tiene impacto directo en el día a día de una persona. Cuando el gimnasio comienza a ser una rutina diaria, muchas personas suelen modificar sus hábitos nutritivos para acompañar la rutina de ejercicio físico. Es importante considerar que la ingesta de determinados alimentos es igual o más importante que la asistencia al gimnasio o la ejecución de ejercicios físicos.

Quienes buscan aumentar la musculatura y adquirir mayor masa muscular deben considerar la importancia que tienen las proteínas en este proceso.Los especialistas señalan que con cinco comidas al día, ricas en proteínas, el porcentaje necesario estará bien cubierto.

Sin embargo, existe la posibilidad de aumentar la proporción con ayuda de suplementos nutricionales deportivos. Es el caso de las proteínas en polvo, creatina, proteínas con carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, sales minerales, entre otros suplementos de estas características.

Entre los suplementos nutricionales existen diversos tipos, cada uno con sus características específicas y particulares. Si una persona decide comenzar a tomarlos para potenciar sus entrenamientos y su capacidad muscular, debe considerar que es ideal contar con la ayuda y el consejo de especialistas en deportes y nutricionistas. En muchos casos, los profesionales desaconsejan la toma de este tipo de sustancias, ya que pueden perjudicar al organismo en algunos aspectos.

SuplementosDentro

Sobre todo, se debe tener mucho cuidado con los esteroides o anabólicos esteroideos. Son sustancias que pueden provocar daños tanto a medio o largo plazo. Entre las consecuencias se pueden encontrar aumentos de hormonas masculinas o femeninas, lesiones de hígado, ictericia (piel amarilla), crecimiento de órganos como el corazón, entre otros.

Particularmente en hombres, podrían originarse síntomas como el encogimiento de los testículos, baja producción de espermatozoides, infertilidad, calvicie, desarrollo de los senos y mayor riesgo de cáncer de la próstata.

Entre mujeres, los casos perjudiciales podrían provocar el crecimiento del vello facial, calvicie, cambios o cese del ciclo menstrual y engrosamiento de la voz.

Por otro lado, también existen suplementos que contienen únicamente proteínas. Aunque parezcan menos perjudiciales para la salud, es importante considerar que también pueden producir efectos negativos en el organismo.

Así como aumentan la testorterona, también pueden provocar retención de líquidos, impotencia, acné o calvicie. A su vez, aquellas personas que padezcan patologías relacionadas a los riñones corren riesgo de una potencial insuficiencia renal si consumen una mayor cantidad de proteínas. Dado que el organismo consume más proteínas de las que está acostumbrado, los riñones y el hígado se pueden sobrecargar y comenzar a manifestar fallas.

Por último, en la medida de que el paciente lleve adelante una dieta balanceada el peso no es un aspecto que se altere. Ahora bien, cuando el consumo de proteínas no se condice con el consumo de otros nutrientes, como hidratos de carbono, por ejemplo, pueden provocar un aumento de peso.

Por eso, los especialistas suelen aconsejar que las proteínas y todos los demás nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente provengan de los alimentos naturales. Para ello, también hay un gran abanico de posibilidades, tanto en las proteínas como en otras sustancias que el cuerpo necesita. El atún y todos los pescados tanto azules contienen altos valores nutricionales en proteínas. De mismo modo, la carne vacuna, el pollo y la carne de cerdo también deben ser incluídas en una dieta balanceada.

En este sentido, hay que tener en cuenta que todos los alimentos que contienen proteínas también tienen -en mayor o menor medida- grasa. Por eso, dependiendo de qué tipo de lípidos contengan los alimentos, algunas comidas pueden no ser tan saludables como parecen. Además, el exceso de proteínas en una dieta no controlado puede afectar entre otros órganos lo riñones.

Fuente: iprofesional

 

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