Seis de cada diez motociclistas siguen sin usar casco

“Hay dos factores a tener en cuenta: por un lado que el uso de casco disminuye en épocas de calor, por lo que es probable que si hiciéramos hoy el relevamiento el porcentaje sería menor; y por otro lado, que la observación se realizó en días y horarios hábiles, y sabemos que de noche o en fin de semana el uso también baja”, explica Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida.

A su entender, la baja tasa de uso de casco que se registra en territorio bonaerense es producto de una “fiscalización del tránsito en general y del uso de casco en particular que resulta insuficiente para lograr la adhesión generalizada de los motociclistas a su uso”.

Lo mismo señalan desde CESVI, una empresa dedicada a la investigación, experimentación y análisis de la seguridad vial y automotriz en Argentina, la cual está conformada por ocho compañías de seguros. “A pesar de los controles de tránsito y campañas llevadas a cabo por diferentes municipios conjuntamente con organismos del Estado nacional en todo el país, las normas siguen sin cumplirse debidamente”, señalan desde la firma al resaltar que el 56% de los conductores no lleva el casco puesto ni tampoco el 84% de sus acompañantes.

UN TERCIO DE LA MUERTES VIALES

La baja tasa de uso que persiste en torno al casco -un elemento de seguridad obligatorio que no sólo salva vidas sino que además reduce considerablemente el riesgo de secuelas graves por traumatismo de cráneo- resulta especialmente llamativa en un contexto en el cual los siniestros protagonizados por motos ha venido creciendo durante los últimos años. Mientras en 2010 representaban uno de cada cuatro muertes viales, el año pasado llegaron a ser responsables de una de cada tres.

Este dato, que surge de las estadísticas que lleva adelanta Luchemos por la Vida a nivel nacional, describe también la realidad de nuestra región. Durante los últimos años, entre un 30 y un 35% de las cerca de 200 personas que fallecen anualmente en accidentes viales en La Plata, Berisso y Ensenada son motociclistas, en su mayoría jóvenes.

“El riesgo de perder la vida circulando en motocicleta es 17 veces mayor que manejando un auto. Son varios los factores que influyen: la imprudencia de los motociclistas, el poco respeto del resto del entorno vial hacia ellos, y, por sobre todo, el escaso uso que se hace del casco”, explican desde CESVI.

Precisamente con respecto a este último punto, “las estadísticas indican que el uso del casco previene un 67% las lesiones cerebrales y reduce en un 36% las posibilidades de muerte en un siniestro vial. La mayoría de las lesiones que recibe el conductor de estos vehículos se producen en la cabeza. Esto se debe a que cuando una moto colisiona contra otro vehículo, por una cuestión de balance de pesos, la cabeza del motociclista es lo que impacta primero contra el piso”, comentan desde la firma al señalar que “por esta razón, el uso del casco homologado resulta fundamental”.

Lo alarmante es que si un bajo porcentaje de motociclistas usa casco, el número de acompañantes que adopta esta conducta imprudente es incluso mayor. Como es habitual ver la Ciudad, una notable cantidad de motociclistas circulan llevando menores casco, lo que equivale a exponerlos a lesiones gravísimas ante el mínimo percance, frenada o encontronazo.

SIETE VECES MAS MORTALIDAD

Si quedaba alguna duda de la importancia de usar casco, un amplio estudio local vino a confirmar día atrás que los motociclistas que circulan sin él tienen un riesgo siete veces mayor de morir en una colisión. El trabajo, realizado por la Fundación Trauma, se basa en el análisis de más de 25 mil pacientes con trauma atendidos en una red de hospitales bonaerense durante los últimos ocho años, lo que lo convierte en el más grande de su tipo realizado hasta hoy en el país.

De acuerdo con ese relevamiento, el 16% de los 25.573 los pacientes con traumas atendidos hasta el mes pasado fueron motociclistas con golpes en la cabeza, las piernas o los brazos, el pecho o el abdomen. El 78% de ellos no usaba casco al momento del incidente y alrededor de un tercio (29,4%) sufrió lesiones encefálicas graves, comparado con el 10,5% en el grupo con casco. Esa diferencia se tradujo en la posibilidad o no de sobrevivir al siniestro: como surge del estudio murieron siete veces más motociclistas sin casco que los que iban con él (8,6% contra 1,3%).

“Mientras los estudios publicados hablan de un aumento del trauma, en especial el de cráneo, ahora lo pudimos medir con un dato local concreto: sin casco, el traumatismo es más grave”, indicó Laura Bosque, directora ejecutiva de la fundación y miembro de la Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía del Trauma.

Entre los catorce establecimientos bonaerenses que conforman la red de la cual se obtuvieron los datos, cuatro se encuentran en La Plata: el San Roque, el Sor María Ludovica, el San Martín y el Alejandro Korn. El resto son el Erill (Escobar), el Güemes (Haedo), Simplemente Evita (La Matanza), Eurnekian (Ezeiza), El Cruce (Florencio Varela), Oscar Alende y Tetamanti (Mar del Plata), la UPA Trauma de Lezama, el SAME Pilar y el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) de Ensenada y Mar del Plata.

Esos centros y servicios de emergencia registraron entre octubre de 2009 y enero pasado 29.454 pacientes, con 20.462 auxilios prehospitalarios. En general, los incidentes de tránsito fueron la principal causa de trauma (30,6%), seguidos de las caídas (21,8%) y las agresiones (15,5%).

 

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