Virus de la gripe recargado: llegó el H3N2

El virus de la gripe tiene cientos de cepas, es decir, subtipos del mismo organismo que tienen características que los distinguen entre sí. Cada uno tiene una potencialidad diferente, pero hay algunos que por diversos motivos impactan más fuerte que otros en las personas.

La gripe causada por el virus H3N2 está causando estragos este año y, según algunos  expertos, podría llegar a superar los peores brotes de influenza que ha habido en los últimos tiempos.

Los países que se encuentran en temporada de invierno -como algunos en Europa o Estados Unidos, por ejemplo-, fueron escenario de un aumento exponencial de los casos de contagio en las últimas semanas. Es necesario tener en cuenta que en Australia -durante su temporada invernal- también se había registrado un récord de hospitalizaciones y muertes por gripe estacional. Por su parte, en Estados Unidos, el número de personas que acudió a hospitales para buscar atención médica contra la enfermedad esta temporada es ya el más alto desde la epidemia de gripe porcina de 2009.

Tal como indicaron las autoridades sanitarias federales, la influenza causada por el virus H3N2 (también conocida como “gripe australiana”) ya ha causado la muerte de más niños de lo que suele ser habitual en esta época del año.

Según las autoridades locales, murieron 37 niños y casi 12.000 pacientes tuvieron que ser internados en hospitales de todo el país. El problema es que si este ritmo de infección continúa, para el final de la temporada habrá alrededor de 34 millones de personas contagiadas por esta enfermedad. Esta estimación se desprende de la información brindada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. “Este es el nivel más alto de actividad que se ha registrado desde la pandemia de 2009”, señaló el director de los CDC, Daniel Jernigan. Detalló, a su vez, que todos los estados están informado de extensa de extensa actividad, con la única excepción de Hawaii.

Este año se ha presentado la más letal de las llamadas “cepas estacionales” del virus H3N2. Se trata de una cepa que suele causar los peores brotes de los dos tipos de virus de influenza que circulan entre seres humanos y que causan epidemias estacionales: el A y el B.

Los más afectados por esta patología son los niños, los ancianos y aquellos pacientes que padezcan ciertas enfermedades crónicas. Sin embargo, es importante considerar que este año la cepa ha afectado más a las personas de entre 50 y 64 años. “Esto representa un cambio de lo que hemos visto en el pasado”, dice el experto de los CDC. “En el pasado, los niños pequeños habían sido el grupo más afectado, pero ahora los de entre 50 y 64 muestran tasas más altas de hospitalizaciones que sus nietos”, agrega.

Esta cepa -que ha estado circulando durante unos 50 años y que también suele conocerse como “la influenza australiana”- es capaz de mutar muy rápido. Esto hace que pueda “engañar” al sistema inmune del organismo, por lo que la persona se puede enfermar varias veces de lo mismo porque los anticuerpos que desarrolló no le sirven para la cepa que ha mutado.

Un dato curioso acerca de este virus es que también ha tenido otro nombre relacionado a un lugar donde hizo estragos: Hong Kong. En 1968 fue bautizada como “influenza de Hong Kong”.

La protección es un aspecto muy importante en la prevención del contagio del virus. Los expertos recomienda, en primer lugar, la vacunación como principal medida de protección. Aunque la vacuna no siempre es perfecta, se posiciona como la mejor forma de protegerse contra esta enfermedad -y otras también-. A su vez, los especialistas señalan que es importante buscar asistencia médica lo antes posible. La gente que desarrolla síntomas de gripe debe ver a su médico lo antes posible. Al igual que sucede con la mayoría de las patologías, mientras más temprano se detecte antes se podrán tomar las medidas pertinentes y más probabilidades tiene el paciente de curarse.

Por último, es importante no facilitar el contagio de la enfermedad, es decir, tomar medidas para evitar que se propague. Una persona que tiene gripe y siente los síntomas debe intentar no concurrir a lugares donde hay mucha gente, debe cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser. Asimismo, lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca son medidas que pueden ayudar a la prevención del contagio de la gripe.

¿Cómo detectar esta enfermedad?

Los síntomas son los clásicos y conocidos de una gripe. Pueden aparecer en forma súbita o más gradual, pero conocerlos es el primer paso para poder reconocer la enfermedad y concurrir al médico lo antes posible.

La fiebre -por lo general, superior a los 38°C-, dolor muscular y dolor de cabeza son tres de los síntomas característicos de esta enfermedad. El paciente que la padece también puede sentir fatiga, tener tos, dolor de garganta e incluso diarrea y náuseas.

Si bien la propagación de los virus resulta difícil de detener -y más desde el lugar de las personas comunes- si cada uno tiene en cuenta las pautas que debe seguir es probable que impacte en forma positiva en este sentido.

Fuente: iprofesional

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