Motín en comisaría volvió a exponer la crisis penitenciaria bonaerense

Un motín con toma de rehenes se desarrolló durante las primeras horas de este viernes en la comisaría 3ª de Merlo. La revuelta, que involucró a alrededor de 30 reclusos que exigían mejores condiciones de detención y denunciaban hacinamiento, volvió a poner la mira sobre la crisis en el sistema penitenciario bonaerense y la polémica por la persistencia de presos alojados en dependencias policiales, situación que viene generando reclamos de organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales hacia la figura del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, más aún con el antecedente reciente de la masacre de Pergamino, donde siete personas que estaban detenidas en una comisaría de esa ciudad, murieron al provocarse un incendio.

La revuelta producida en la Comisaría 3ª de Merlo, ubicada en Balbastro y Avenida San Martín, comenzó en la madrugada de este viernes y finalizó alrededor de las 9 cuando, tras la intervención de un mediador, se desactivó la protesta y los presos comenzaron a ser trasladados a otras dependencias. Uno de los detenidos señaló que se amotinaron en reclamo por la falta de agua y comida: «Hace un par de días que pasamos hambre, estamos sin luz, sin agua. Somos 26 para 3 celdas», afirmó el recluso.

Durante el episodio, trabajaron 60 efectivos junto con los bomberos y el grupo Halcón. De acuerdo a lo indicado por familiares, todo comenzó con un conflicto entre los reclusos: uno le robó el celular a otro detenido y su compañero lo identificó.  Aparentemente, entre seis u ocho presos atacaron al detenido, lo ataron y lo golpearon.

Alrededor de las 4 de la mañana llegó el mediador a la comisaría, y junto con los agentes que se encontraban en el lugar llevaron al detenido que había sido atacado a otra celda, donde le curaron las heridas.

Sin embargo, ante el intento de terminar con el conflicto, los otros presos pusieron colchones frente a la celda donde lo habían apartado y amenazaron con prender fuego. La comisaria tiene celdas de 4 por 6 metros y lugar para 20 reclusos, sin embargo, tal como sucede en muchos lugares, hay una superpoblación de detenidos y habría en el lugar alrededor de 30.

Ritondo: «Los que quedan detenidos son por orden de la Justicia y no es una vocación nuestra»
Consultado el año pasado sobre la persistencia de presos en comisarías y la preocupación de organismos como la Comisión Provincia por Memoria y ONU por las condiciones de alojamiento de estos detenidos, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo resaltó: “Es cierto que en algunos lugares tenemos, pero también es cierto que en general los que quedan detenidos son por orden de la Justicia y no es una vocación nuestra. Nosotros quisiéramos que en las comisarías haya la menor cantidad de detenidos posible. También es cierto que muchos de esos delincuentes si están en la calle vuelven a robar y son perjudiciales para la sociedad”.
¿Entonces es un problema de la Justicia?
“Es un tema que tiene que ver que básicamente con que nosotros no obligamos… Tengamos en cuenta que tenemos en comisarías detenidos, tenemos traslados de detenidos en patrullero, hay policías que tienen que quedar de guardia, los fines de semana tienen visita y la verdad que para nosotros, cuanto antes se saque el detenido de la comisaría, es mucho mejor”.

La situación de tensión que se registró en Merlo lejos estuvo de ser la primera crisis de estas características durante la gestión vidalista. El 2 de marzo de 2017, fallecieron siete de diecinueve presos detenidos en una comisaría de la ciudad bonaerense de Pergamino, tras desatarse un incendio que provocó los decesos. Desde la Comisión por la Memoria señalaron a los ministros Cristian Ritondo (Seguridad) y Gustavo Ferrari (Justicia) como los responsables políticos de lo sucedido.

Meses después de lo que se denominó la «Masacre de Pergamino», Ritondo detalló que la Provincia implementará “un plan que ya fue elevado a la Corte, donde ya hay 21 comisarías que se están terminando y se empezaron el año pasado, 38 más que se elevaron, y el plan son 320 comisarías de acá a que finalice la gestión”.

Más allá de esto, la crisis penitenciaria bonaerense, con persistencia de detenidos en comisarias como una de sus extensiones, volvió a presentarse en Merlo.

Fuente. LetraP

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