Dos choferes fueron despedidos por negarse a viajar sin frenos

Dos choferes de la empresa de transporte Río Paraná fueron despedidos por negarse a conducir con falla en sus frenos y otras irregularidades, luego de que reportaran los problemas a un gerente.

El pasado 22 de noviembre, los conductores tandilenses recibieron el parte del transporte que debía dirigirse hacia Capital Federal, pero este presentaba varias emergencias que atender, por lo que debieron tomar una decisión que les terminaría costando su trabajo.

“El parte reflejaba muchas dificultades, problemas de frenos, levantaba temperatura, que caminaba torcido, etc. Llamé al Gerente General de Río Paraná y le dije que en esas condiciones no salía, que me diera otro coche. Después nos presionaron un par de veces para que saliéramos en ese coche, así como estaba y ante nuestra negativa, nos amenazaron con despedirnos”, dijo Horacio Pechia para el medio local ABC Hoy Tandil.

Horacio Pechia y Adrián Emer, los despedidos.

Horacio lleva más de 30 años en la empresa, y a pesar de que buscó preservar la seguridad de los pasajeros de una empresa que ya tiene varias denuncias de sus usuarios, fue despedido al siguiente día junto a su colega, Adrián Emer.

“Esto ya venía de arrastre. Unos días atrás al hecho me había pasado lo mismo”, cuenta para INFOCIELO, Horacio Pechia, quien además agrega que “hasta ahora no se ha acercado nadie” de autoridades municipales en Tandil, como el Intendente Miguel Lunghi. “Solamente recibimos el apoyo vino de la gente”, dice.

A pesar de las advertencias, los directivos de la empresa desoyeron lo que les reclamaban los choferes y el trayecto hacia Capital fue realizado con otros conductores que no cumplieron con las horas de descanso reglamentarias.

Los partes de los choferes en el que se verifica las malas condiciones de los micros.

Los antecedentes de Río Paraná

La empresa tiene el monopolio de la ruta Tandil-La Plata, que une a varias localidades por la Ruta 29. En ese trayecto, Río Paraná dispone de sus micros en peores condiciones, dejando los mejores colectivos para las rutas en las que compite con otras empresas.

“Se destaca, por ejemplo, el incumplimiento de horarios, como también la falta de agua potable en los baños, si es que estos no están clausurados. Los asientos la mayoría de las veces están en mal estado, ya que los micros tienen más de quince años de antigüedad”, se detalla en una investigación realizada por el periodista tandilense, Federico Maggiori.

“Además cuentan con una práctica común: apagar el aire acondicionado, si hace calor, o la calefacción en invierno y prenderlo cuando están cercanos a las diferentes terminales por miedo a una posible inspección.  Algunos también tienen goteras que afectan a los pasajeros los días de lluvia”, cuenta el informe.

A pesar de las extensas denuncias que se han registrado en contra de la empresa, algunas encaradas por legisladores bonaerenses, la empresa a cargo de Ricardo Ignacio Morel, continua de la misma forma, esquivándole a la tragedia en cada viaje.

Pero Río Paraná no solo es una empresa de transporte, sino que también diversifica sus operaciones en distintas aéreas como explotación ganadera, agrícola y forestal. También se relaciona con la industria automotor y el rubro de la construcción.

 

Telegrama de despido.

“Queremos que la sepa lo que pasa”

“No sé cuántos coches tiene hoy Río Paraná, porque tuvo que sacar muchos de circulación, pero los que están en buenas condiciones para circular, son muy poquitos”, asegura Horacio, ratificando las sospechas de muchos usuarios.

Ambos conductores también quedaron desamparados sindicalmente, el delegado regional de la UTA de Tandil, Gustavo Morales, optó por el silencio frente a los directivos de Río Paraná.

“Cuando estaba en medio de la discusión, me llamó Morales (Delegado regional de UTA Tandil). Cuando le dije que no salía en un coche que no estaba en condiciones, se cortó la charla telefónica”, dice Pechia, que junto a su compañero están sindicalizados en el gremio desde hace 20 años.

Ahora, los desplazados por Río Paraná explican que les interesa que se “sepa lo que está pasando” en la empresa, porque “es mucha gente la que viaja”.

Son los choferes como Horacio y Adrián los que deben “poner la cara” ante los constantes reclamos de los pasajeros, que pese al transcurso del tiempo se ven viajando en las mismas o peores condiciones, con micros viejos que quedan varados a mitad de camino, pasillos inundados, falta de calefacción o aire acondicionado, entre otras gravedades.

Sin embargo, ahora los despedidos son aquellos que se negaron a evitar una tragedia.

Fuente: Infocielo

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