Científicos argentinos desarrollaron un páncreas artificial

Un grupo de investigadores argentinos ideó un mecanismo que permite inyectar automáticamente la cantidad de insulina necesaria para regular la glucosa en sangre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes es una enfermedad que afecta a 442 millones de personas, es decir, una de cada once padecen esta patología.

Por eso, científicos del CONICET, bajo la dirección del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), desarrollaron un dispositivo conocido como ARG (Automatic Regulation of Glucose). Se trata de un algoritmo que comanda la bomba de infusión de insulina en persona con diabetes tipo 1. El mecanismo funciona con un sistema de control automático que lleva adelante las funciones del páncreas para regular los niveles de glucosa en sangre.

Cuando detecta que la persona necesita insulina, el sistema inyecta en forma automática la cantidad que necesita. Se compone de un sensor que mide la glucosa constantemente y, por otro lado, una bomba de infusión subcutánea de insulina. ¿Un dato interesante? Se puede programar a través de un smartphone. Allí se puede ingresar el algoritmo diseñado por los investigadores argentinos, que le informará a la bomba cuándo y cuánta insulina aplicarle al paciente.

El objetivo central del sistema es regular automáticamente los valores de azúcar en sangre, sin que el paciente tenga necesidad de realizar las correcciones con insulina -muy habituales en el manejo de la diabetes tipo 1-. Se trata de un avance muy importante porque las personas que utilizan bombas de infusión de insulina subcutánea pasan una gran cantidad de tiempo en calcular y programar la insulina necesaria para mantener sus niveles de glucosa sanguínea en rango.

Por otro lado, este dispositivo permite lograr mayor seguridad para el paciente mediante la disminución de hipoglucemias, especialmente durante las horas de la noche. Esto constituye un problema para las personas con diabetes, dado que muchos temen sufrir un descenso brusco de insulina durante la noche.

El proyecto se puso a prueba en el Hospital Italiano el año pasado. Allí se llevó a cabo la primera fase de la prueba, que utilizó el algoritmo desarrollado en la Universidad de Virginia. Recientemente se realizaron pruebas con pacientes con el algoritmo ARG, desarrollado por científicos argentinos, que solo requiere que se registre el inicio de la comida. Desde este punto de vista facilita la vida de los diabéticos, ya que no es necesario calcular cuántos gramos de hidratos de carbono consumirá.

Los resultados del estudio -realizado entre cinco participantes-arrojó resultados que permitieron probar que los pacientes pudieron mantener los niveles de glucosa dentro de un rango aceptable durante las 36 horas en que se probó el páncreas artificial.

El proyecto contó también con la colaboración de científicos de la Universidad Nacional de Quilmes y de La Plata. Asimismo, se desarrolló junto a investigadores médicos del Hospital Italiano de Buenos Aires y un asesor médico de la Universidad de Virginia.

Fuente. iProfesional

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