Si no cumple las metas de inflación, ¿pierde credibilidad el Banco Central?

Los números que el INDEC publicó ayer con respecto a la inflación de septiembre confirmaron algo que ya comenzaba a escucharse entre los analistas económicos. Con un acumulado del 17,6 por ciento en los primeros nueves meses del año, el Banco Central no logró cumplir la meta de inflación que se había planteado en 2016. El 1,9 por ciento de incremento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) durante el último mes sorprendió a las consultoras que pronosticaban una cifra menor y puso en jaque los objetivos de inflación que el organismo presidido por Federico Sturzenegger había establecido para el 2018.

La tasa de política monetaria fue la principal herramienta con la que el Banco Central intentó contener a la inflación que se mostró más rebelde de lo esperada. Si bien los analistas no se muestran categóricos con respecto a una posible pérdida de credibilidad de la institución ante el incumplimiento de la meta inflacionaria, sí reconocen que deberá replantearse algunas políticas para no comenzar a perder puntos en su carnet de logros.

“El proceso antiinflacionario es más complicado de lo que a priori parecía, hay que estar atentos a cómo siguen las expectativas en los próximos meses”, aseguró Miguel Zielonka, Director Asociado de Econviews, en diálogo con Apertura.com. Su recomendación para Sturzenegger es que sea “lo más consistente posible con el esquema de metas de inflación”, aunque señaló que “subir la tasa no parece lo más correcto”. Y reflexionó: “El Banco Central ha hecho todo lo posible, algunos creen que establecer una meta baja de alguna manera marca la expectativa, pero hay que hacerlo en la medida en que no termines rifando tu reputación”.

Por otro lado, Camilo Tiscornia, director de CyT Asesores Económicos, aseguró que este hecho minó la confianza en el Banco Central; aunque aclaró que todavía está a tiempo de ajustar la clavija. “La medida básica de la credibilidad es que pongan una meta y la cumplan, pero hay que ponerlo en contexto. Cumplir la meta de inflación puede ser importante para Estados Unidos o Europa; en cambio, nosotros lidiamos con tantos problemas macro que no creo que hoy tenga un costo de reputación. Sin embargo, para el año que viene tiene que haber un esfuerzo más grande”, explicó.

Para el especialista de Econométrica, Ramiro Castiñeira, los logros alcanzados por el Banco Central le otorgan una espalda ancha como para que este incumplimiento no haga mella en su nombre. “Tiene dos grandes cucardas: la unificación del mercado cambiario y recuperar la institucionalidad de ser la caja boba del Estados”, enumeró el economista. Sin embargo, realizó una salvedad: “Es un error creer que poner metas bajas va a bajar la inflación, la situación fiscal no mejora al ritmo como para poder bajar el incremento de precios tan rápido”.

El cortocircuito entre el trabajo del organismo rector del sistema financiero argentino y el boom de los créditos es para Martín Vauthier, economista de Estudio Bein, uno de los grandes problemas para Sturzenegger. “Tenés por un lado al Banco Central tratando de bajar la inflación con la tasa de interés y, por el otro, a la banca pública y a la ANSES desarmando lebacs para financiar una expansión agresiva del crédito”, apuntó. Para Vauthier, lo más importantes es que la institución “dé señales de que está comprometido con un sendero de desinflación”. Y resumió: “Si muestra anualmente que los números van cayendo, en cierto modo, es un éxito para el Banco Central”.

Con las elecciones legislativas de octubre tan cerca y un aumento tarifario por venir, será cuestión de esperar a que se terminen de contar los votos para saber cuál será la estrategia que adoptara el Banco Central para seguir luchando contra una inflación que se niega a ceder.

Fuente. El Cronista

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *