Cataluña: la policía reprime a los votantes

El tan esperado 1 de octubre, el día del referéndum independentista de Cataluña de la República española, empezó con un marcado clima de violencia. La Policía Nacional y la Guardia Civil reprimieron a los votantes en las puertas de los locales electorales para evitar que los independentistas puedan votar. Los efectivos retiraron algunas urnas e incluso restringieron Internet para impedir que se realizara el plebiscito. Al menos 38 personas resultaron heridas, en su mayoría con heridas leves, algunas causadas por balas de goma. Según el gobierno catalán los heridos son más de 450. El partido entre el Barcelona y Las Palmas se juega a puertas cerradas.

A primeras horas de la mañana, la Policía intentó precintar las escuelas de Barcelona donde se concentraban miles de personas para evitar que se impidiera el referéndum. Más tarde, la escalada de violencia fue mucho mayor. Los efectivos golpearon con palos y dispararon balas de goma contra los votantes. Las acciones policiales se produjeron en distintos puntos de Barcelona y en otras ciudades de Cataluña, entre ellas Girona, donde votó el presidente catalán Carles Puigdemont.

Al poco del arranque de esta jornada histórica de votación, que se desarrolla bajo prohibición, el Ejecutivo central español de Mariano Rajoy dio por «desbaratado» el referéndum. Sin embargo, media hora más tarde, el vocero del gobierno catalán, Jordi Turrull, rebatió esa información al afirmar en conferencia de prensa que «el 63 por ciento de los centros de votación, 3 de cada 4, están funcionando, lo que significa que 4.600 mesas electorales están abiertas».

«Pedimos serenidad y paciencia. Los miembros de cada mesa tienen un teléfono para contactar con el centro de asistencia técnica de este censo universal, y ante cada problema pondremos una solución», dijo Turull, quien insistió en que el gobierno catalán garantizará que todos los ciudadanos puedan votar.

Por su parte, el Ejecutivo español criticó la «pasividad» de los Mossos de Esquadra (policía catalana), quienes tenían ordenes de precintar las escuelas que debían funcionar como centros de votación antes de las 6 de la mañana, cumpliendo órdenes judiciales, y no lo hicieron «poniendo en riesgo el prestigio» de ese cuerpo por razones políticas.

«Por eso la Policía Nacional y la Guardia Civil han tenido que actuar. El objetivo no son las personas. Es el material electoral. Nos hemos visto obligados a hacer lo que no queríamos hacer», dijo el Delegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo.

Fuente. Pagina12

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *