iPhone X y lo que hay que saber de los smartphones que vendrán

Esta semana se presentó, por fin, el iPhone X –diga «ten», o «diez», no «equis»–, el móvil más esperado del año, el mismo que llegó para conmemorar el 10° aniversario del smartphone que Steve Jobs craneó al detalle, y que se convirtió en uno de los objetos techies más deseados por los usuarios.

Una década pasó desde ese primer iPhone que sorprendió a todos con su pantalla táctil, con un nuevo sistema operativo y un diseño disruptivo y moderno diera inicio a una nueva era en la telefonía móvil. Pero lo que Jobs había logrado, no era otra cosa que combinar un iPhone con un celular.

¿Pero, y ahora, qué viene? ¿Hay lugar para más innovación o será todo más de lo mismo en el mundo móvil de los próximos años? Veamos.

RECORRISTE UN LARGO CAMINO, MUCHACHO

En 2007, Steve Ballmer CEO de Microsoft, declaró que el iPhone era un gadget demasiado costoso: su versión más sencilla se lanzó con un precio de US$ 499; unos $ 1.600 de ese año, muy lejos del precio de los teléfonos del mercado argentino de ese momento, en el que Nokia lideraba las ventas con sus celulares con MP3.

Es cierto, es caro, pero es el mejor. ¿Innova, Apple? No demasiado, pero es un experto en hacer mejor la tecnología que otros ya estrenaron. Ahí radica gran parte del éxito descomunal de la manzana. Otra empresas tenían antes móviles con pantallas táctiles o reconocimiento facial, para nombrar una mejora del último modelo. Pero la empresa de Jobs supo usar esa tecnología mejor y hace que luzca más lindo.

A partir de 2007, entonces, la revolución móvil parecía no tener límites. Los fabricantes veían subir o bajar sus ingresos a fuerza de nuevos “chiches” intentando que sus smartphones sean los más deseables del mercado. A 10 años de las primeras críticas al iPhone, su costo promedio aumentó en un 45%.

Así se avanzó de pequeños y adaptables formatos a «pantallotas» que no entran en ningún bolsillo, de cámaras que fueron de 2 megapíxeles hasta 21 (¿para qué tanto?), y de baterías que por más que crecen y crecen parecen nunca alcanzar en un mundo donde reina la banda ancha y los videos.

Poco a poco se sumaron a cuestiones tan cotidianas como usarlo como despertador, estar en contacto con todo el mundo (literalmente hablando), trabajar, mantenerse informado y también disfrutar de momentos de ocio, escuchando música o mirando películas.

Los materiales también fueron evolucionando y creando carcasas y pantallas más duraderas, resistentes al agua, a los golpes y a las rayaduras. Pero si hay algo que rompe las neuronas de los fabricantes es la duración de las baterías, ya que el celular se usa cada vez para más cosas. La utopía de una batería infinita sigue siendo un horizonte.

GOLPE DE TIMÓN

Aunque parecía que el mercado de celulares había llegado a su techo, las cifras muestran un panorama completamente diferente. La penetración de la telefonía móvil en Latinoamérica creció un 10% en el primer semestre del año, mientras que en la Argentina el crecimiento fue del 42%.

«Apple esta semana presentó su nueva generación de iPhones. Ahí está el futuro», sostiene Hernán Descalzi, Senior Manager Corporate Sales LATAM de MediaTek, un fabricante de procesadores para móviles. «La desaparición de los botones, la cámara dual, la ausencia de bordes y la posibilidad para funcionar con tecnología VR, son lo próximo que se viene en las nuevas generaciones de teléfonos».

En los últimos dos años, la “novedad” no vino de la mano de los teléfonos en sí, sino de sus complementos. Por caso, empresas como LG y Motorola apostaron al ecosistema de hardware, basado en módulos, es decir a accesorios que se “acoplan” al dispositivo para darle una funcionalidad extra o bien potenciarlo.

LG se embarcó en esa tendencia, con el G5 que traía un sistema para mejorar la cámara, y un reproductor Hi-Fi, ambos se conectaban por el slot de la batería. Sin embargo, el público le bajó el pulgar a la surcoreana y ésta se quedó a mitad de camino en cuanto a la tecnología modular.

Motorola, por su parte, salió airosa en la adopción de esta tecnología. Así es que con su línea Moto Z, posibilitó que cada dispositivo se reconvierta de acuerdo a la necesidad de cada usuario. Mediante una conexión imantada, permitió sumar funciones adicionales, como un parlante JBL, una batería extra, un proyector y una cámara de fotos de alta calidad. Hace una semana, lanzó su serie Z2, donde sumó una muy buena consola de juegos y una cámara 360°.

Pero pese a este innovador ecosistema, «lo que manda en las futuras generaciones de celulares son las cámaras dobles, que comenzaron a implementarse en los teléfonos de gama alta y lentamente comienzan a aparecer en los de gama media», explica Sebastián Novoa, Senior Analyst de IDC Argentina.

Esta tecnología apunta a convertirse en algo predominante, aunque cada empresa la adapta a su estilo, ya que en todos los sistemas funcionan de la misma forma. Es así que depende el dispositivo se puede obtener una mayor profundidad de campo, un gran angular, un teleobjetivo, o sacar una fotografía con un objetivo a color y otro a monocromo.

«Hoy los usuarios más jóvenes, los millenials demandan este doble lente para sacar fotos o generar streaming en vivo», dice Novoa. «Lo que más usan son las aplicaciones, la revolución de los teléfonos continúa por el lado de las aplicaciones, la resistencia y la carga inalámbrica».

Sin embargo, Descalzi sostiene que estas innovaciones son las que se vienen en el corto plazo y destaca que ya hay fabricantes trabajando en tres cámaras. «A largo plazo, los fabricantes intensificarán sus esfuerzos en llevar todos los complementos de los móviles de alta gama, en los de media, para así poder llegar a captar una mayor porción de mercado», concluye.

LOS MILLENIALS MARCAN EL CAMINO

Aquellos jóvenes entre 37 y 17 años son actualmente la generación más analizada por todos los mercados del mundo, dado que ellos son los que marcan el ritmo de las marcas con su decisión de compra, sobre todo en lo que a tecnología refiere.

Este segmento pertenece al 30% de la población latinoamericana y el año que viene será responsable del 50% del consumo global, según consigna la consultora Nielsen. Asimismo, indica que hacia el 2025 conformará el 75% de la fuerza laboral a nivel mundial.

Los millenials son nativos digitales y buscan estar conectados permanentemente con el mundo virtual, dedicándole un promedio de 7 horas diarias, combinando la vida online con la offline en todas sus actividades. Esto hace que sus consumos se realicen sobre smartphones.

El 78% de los millennials del mundo posee un móvil y el 80% no saldría de su casa sin su celular y la idea de pasar un día sin su dispositivo los haría sentir desconectados del mundo (41%), desinformados (40%) y aburridos (40%), según indica una encuesta realizada por Millward Brown para LG Electronics Argentina .

El 70% de esta generación utiliza los dispositivos para acceder e interactuar en sus redes sociales y el 54% para mantenerse informado. Es así que para el 57% de losmillennials, los smartphones permiten compartir cada instante de sus vidas. Aquí es donde las cámaras cobran sentido y demuestran la importancia de su calidad y usabilidad. Esto explica como la implementación de cámaras dobles va ganando terreno.

“Observamos que en los últimos años la calidad de las cámaras de los celulares se volvió una de las principales exigencias de los consumidores a la hora de adquirir sus smartphones”, resalta Mara Canónico, Brand Manager de la división Mobile de LG. «En este sentido, buscan un dispositivo que se adapte a ellos y a la moda de las selfies y las transmisiones en vivo, permitiéndoles expresarse y registrar sus recuerdos de forma personalizada».

LA VIDA INTEGRADA

La consultora Gartner predice que para 2030, unos 25.000 millones de dispositivos estén conectados. Así tan sólo con un smartphone e Internet, se podrá manejar íntegramente el hogar. Es decir, desde el lavarropas, las cámaras de seguridad, el aire acondicionado, el aspersor del jardín y cualquier otro objeto conectado a una red.

Los operadores en el mundo están implementando soluciones innovadoras relacionadas a la Internet de las cosas (IoT), que a través de un solo equipo, como lo puede ser el celular, permite controlar todo un ecosistema de dispositivos.

Es así que los operadores globales, ya no se consideran simples proveedores de conectividad sino empresas que controlan el ecosistema de soluciones de IoT.

Según Germán González Rozo, Gerente de soluciones IoT de Nokia Latinoamérica, se calcula que para el año 2025 estarán conectados cerca de 50.000 millones de dispositivos y la mayoría de las conexiones serán objetos conectados transformando e impulsando las ciudades inteligentes, seguridad pública y diversos sectores económicos.

«No es solo conectividad. Las soluciones de IoT cada vez toman mayor relevancia para los operadores, empresas y gobiernos. El impacto potencial del Internet de las cosas en la vida de las personas, empresas y gobiernos es equivalente a la ‘transformación’. IoT ofrece nuevos medios para optimizar, renovar productos, servicios y procesos, realizando cambios profundos en sectores privados y públicos, como la manufactura, logística de los sectores automotriz, servicios públicos, ciudades inteligentes, agricultura, salud, comercio minorista e IT, entre otros», indica González.

Fuente: bigbangnews.com

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