Herzo, la fábrica argentina de calzado que no pudo sobrevivir a lo importado
La empresa puntana Herzo, dedicada desde hace 30 años a la fabricación de calzado deportivo y proveedora de la alemana Puma, cerró sus puertas en noviembre pasado ante la imposibilidad de competir contra productos importados.
La empresa puntana Herzo, dedicada desde hace 30 años a la fabricación de calzado deportivo y proveedora de la alemana Puma, cerró sus puertas en noviembre pasado ante la imposibilidad de competir contra productos importados.
La fábrica empleaba a 200 personas de la ciudad de Concarán, una ciudad de San Luis de 5.100 habitantes.
«La situación del mercado argentino nos llevó a discontinuar la actividad», justificó la empresa, que en junio había advertido a sus empleados de las dificultades que atravesaba «por no poder competir contra los productos importados que comenzaron a entrar al país desde diciembre de 2015«.
Por su parte, Puma había indicado en esa oportunidad que el cierre de Herzo no afectaba “a las actividades de la compañía, que tiene en la provincia de La Rioja bajo la razón social Unisol, a las únicas cuatro fábricas de indumentaria y calzado por fuera de Alemania».
No obstante, los empleados de las plantas de La Rioja capital, Sanagasta, Chamical y Chilecito tuvieron que tomarse vacaciones anticipadas en octubre pasado debido a » un reordenamiento de los procesos logísticos».
De hecho, la empresa había anunciado una inversión de $20 millones para mejorar el proceso productivo y de logística, según apuntó La Nación.
Pero la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado señaló que el cierre de Herzo se debe «desplome del mercado interno, sumado a la apertura de importaciones de productos terminados».
Alberto Sellaro, titular de la Cámara del Calzado, señaló por su parte que «a pesar de haber acordado con el Gobierno un cupo a las importaciones por dos años, la caída del consumo de zapatos ya llegó al 30%«.
Fuente. iProfesional