Voto a los 16: qué piensan los jóvenes

Uno lo relata como una jugada maradoniana que empezaría con una pared: entregar el DNI; recibir un sobre; encarar el cuarto oscuro; entrar; observar las boletas; elegir la del color por el que se milita; salir del aula; apuntar a la ranura; mirar la cámara de mamá y papá; sonreir; dejar caer el sobre en la urna y recibir los aplausos como una ovación que baja de las tribunas. Otra lo analiza como una conquista fruto del avance de la militancia juvenil. Y un tercero, cumplir con un hecho que lo dota de una responsabilidad enorme. O la materialización de la bisagra que es para miles que pertenecen o simpatizan con un partido político con lo que era antes de la sanción de la Ley 26.774, en octubre de 2012. En cambio, otro no tiene tanta expectativa. Estos cinco debutantes en el sufragio serán parte de ese casiun millón de jóvenes argentinos que el domingo próximo podrá aportar el voto para decidir, por primera vez a los 16 años, a la máxima autoridad de la Nación, legisladores, cargos comunales y hasta del Parlasur. Los convocó Tiempo Argentino -con el criterio de tener un independiente y representantes de las fuerzas más populares- para que cuenten las sensaciones que atraviesan y cómo viven la política, eso que parece no ser tema de conversación entre pares y, curiosamente, tampoco materia de estudio.

Adelante radicales

Lucas González vive en Caballito y asiste a un colegio de matrícula paga donde no hay centro de estudiantes ni se habla de partidos o el sufragio. Tiene 16 años y en la casa no hay militantes más que él, que lo hace en la Unión Cívica Radical desde este verano. Se acercó a un comité de la calle Bartolomé Mitre porque un amigo lo invitó a un debate. En estas PASO nacionales será la segunda vez que vote porque ya debutó en el ballottage porteño. Cuando se sancionó la ley que lo metió en la vida electoral y se dio cuenta que estaría en condiciones de votar por primera vez en este 2015, además de la satisfacción, comenzó a leer más diarios y libros de historia y política. «Es demasiada responsabilidad pensé al principio, pero tambiénte da obligaciones y derechos cívicos que te da para pensar. Es la máxima responsabilidad y voz que tiene un ciudadano. No sé si los de 16 estamos preparados, pero tampoco sé si los de 18 lo están», dice.

Pese a que la mayoría de los pares del colegio vota, sólo uno milita -y en La Cámpora-, pero reconoce que la política no es un tema frecuente, ni aún como parte de materias vinculadas como Construcción de ciudadanía o Derecho. «Sería importante que se hable, no sé si recibir una capacitación. Creo que todavía hay un altísimo desinterés de los jóvenes. De mi curso sólo el 40% votó y el resto no porque no les interesa o no se sienten representados por ningún partido. Creo que hay que revertirlo. Con poner sólo la ley y que no te obligue no alcanza.»

La UCR representa a González porque, según él, son los únicos con una posición sobre educación y salud y como base el consenso «cosa que otros partidos no logran y el consenso es una de las bases de la democracia». Cuando se le recuerda que hay muchos miembros de UCR que están cerca del Frente para la Victoria o se opusieron a ir a una interna con Macri este futuro abogado o economista retruca: «No sé si son tan radicales porque los radicales nunca fueron personalistas.»

La dirigente

Sol Gui tiene 17 años, milita en el Partido Obrero desde 2012 y preside el centro de estudiantes del Nacional de Buenos Aires. Pese a tener lecturas de autores anarquistas, ser hija de madre kirchnerista y no conocer a nadie en la agrupación, se acercó al PO porque eran los únicos que hacían algo. «La construcción, la militancia y las actividades son la única herramienta de transformación que tenemos los seres humanos y los ciudadanos porque vivimos en un mundo muy injusto y creo que es deber de cada uno cuando ve que hay algo mal, transformarlo y organizarse en pos de eso», señala. Para ella, esta posibilidad de votar «es una conquista del avance de la militancia en la juventud», y agrega: «Veo que esa militancia no es como se plantea desde el kirchnerismo. La juventud milita porque hay un descontento social muy grande con el sistema que impera y con las formas que tienen los gobiernos de comportarse con respecto a la educación, la salud y la vivienda.» Sol votará por primera vez en las PASO y lo hará por el Frente de Izquierda por supuesto, pero aclara que sino militara tendría la misma elección «porque son los únicos que defienden los intereses de los trabajadores y de la juventud».

La dirigente reconoce que la política no es tema de conversación fuera del ámbito del partido o entre miembros del centro de estudiantes, pero sí se habló en algunas materias, recibieron una capacitación de la Defensoría del Pueblo por iniciativa del centro y realizarán un debate de candidatos. «Es difícil hablar de política, hay un rechazo -concede-. Mucha gente está muy desmoralizada y piensa que no hay una solución y que lo único que se puede hacer es votar un candidato cada cuatro años y fin.»

Finalmente, considera «que la mayoría de los candidatos no tiene presente a los jóvenes. Hoy en día en la Argentina los más precarizados son los jóvenes de 18 a 22 años. Salen del secundario, van a un call center, trabajan 13 horas por día y les pagan dos pesos porque nadie da una salida concreta del trabajo. Tampoco se los prepara con la herramienta que debería ser la educación para tener una salida laboral competente.»

El independiente

Juan Mestres cumplirá 16 en septiembre, así que el debut será recién en octubre. Sabía de la posibilidad de que pudiera votar pero recién lo confirmó por un amigo. «Me dio felicidad porque es empezar a meterme en la política, a tener poder de decisión, a afianzarme en una idea. Es muy bueno tener una herramienta, un derecho, tener poder decisión sobre quién va a manejar el país.

Ahora voy a empezar a ver bien los candidatos, porque no sé mucho», admite. No milita en ningún partido ni tampoco la mamá o sus hermanos, pero sí participó como vocal del centro de estudiantes de la escuela en la que cursa (la municipal del partido bonaerense Vicente López Paula Albarracín). En ese establecimiento tampoco hubo charlas ni en las materias del sufragio o la actividad política.

Para Mestres, como para la mayoría de los amigos y amigas del entorno, la política es un tema ajeno, que hablan los mayores. Tiene sólo dos conocidos que militan en un partido. «Este voto joven está bien para que los chicos se metan en la política y tengan ganas de participar, pero lo que veía cuando estaba en el centro es que los chicos que no estaban no se interesaban mucho. Hay un poco de desinterés, quieren sacarse de encima el colegio y no les interesa lo que falta o pasa. Todavía no sé mucho, pero no me dejo influenciar. Sí me guío por las cosas que hablan mi mamá -que tiene un apoyo crítico al gobierno- y mi hermano -que votará al FIT-. Me interesa un gobierno que sea más igualitario, inclusivo en todo el país», señala.

El entusiasta

Tomas Ortíz, de 17 años, milita desde principio de año en el PRO. Vive en Villa Lugano, cursa en un colegio privado de la vecina localidad bonaerense de Villa Celina, tiene decidido seguir Abogacía y sueña con un futuro de legislador o en la actividad pública.

Se acercó al partido de Macri por lo que considera una buena gestión en el club por el que hincha, Boca Juniors, aunque algo debe haber influenciado que en la casa sean todos del PRO. «Cuando me vi en el padrón estaba emocionado. El poder votar es muy importante para iniciarme y definir mi rumbo en la vida. La política es importante para mí porque me di cuenta de que para avanzar tengo que estar metido en un lugar y la política en Argentina es algo importante. Pero en mi curso hay chicos que pueden votar y no van a hacerlo porque tienen miedo o no le dan importancia. Tampoco hemos hablado en el colegio, excepto en Derecho de la Obligación, pero nadie le da importancia.»

Fue la hermana, dos años mayor, la que le contó de la emoción de votar por primera vez y él lo representó como una jugada futbolística. «Quiero sentir la experiencia que es votar por primera vez y sentir esa adrenalina, entrar al cuarto oscuro, ver todas las boletas, elegir una, meterla y después ir a la urna y que me aplaudan todos», relata. Ortíz considera a Macri un gran administrador, defiende la gestión en Capital en materia de transporte, seguridad y espacio público y sobre las críticas a la NES cuestiona las tomas de los colegios -«no creo que sea una buena medida».

La compañera

Malena Rinesi cursa en el Mariano Acosta, el colegio público de Balvanera de intensa ehistórica militancia estudiantil. Es hija de un matrimonio de «compañeros desde siempre» (el papá es Eduardo Rinesi), de manera que acercarse al FPV a los 14 años fue algo natural. Ellaestaba en el Congreso cuando se votó la ley por la cual ahora podrá votar. «Para mí fue algo que marcó una diferencia en lo que era la militancia hace un par de años y lo que es ahora. Es la primera vez que un gobierno otorga derechos específicamente a la juventud referente a la política que con la historia que tiene este país es algo fuerte y sobre todo a nosotros nos pega muy fuerte», recuerda. Pese a la reconocida agitación en el Acosta, Rinesi asegura que «el centro de estudiantes está muy bien visto pero pibes que militemos en organizaciones políticas somos una minoría. Hay chicos que no se interesan por la política. Hay pibes muy chicos y lamentablemente hay intereses personales que van antes de los intereses colectivos o la militancia.» Sin embargo recuerda que «en 2006 no se sabía de un pibe del Acosta que milite en algún partido y ahora empiezan a movilizarse, a ser actores. Eso ha cambiado en estos años y en el Acosta se nota». También allí hay una diferencia en cuanto a la actitud de los profesores. «En las materias vimos el tema del voto y los profesores son bastantes interesantes, dan un espacio para hablar del tema.»

Según ella, «hoy los jóvenes están muy involucrados en la política, tienen ganas de sentirse representados, interpelados que alguien diga lo que ellos quieren escuchar. Antes no pasaba.Los pibes tienen mucho respeto por la política y el voto, el expresar la opinión y que la política no sea vista como mala palabra.»

Fuente: Infonews

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