Los dueños del paro (y de grandes riquezas)

El camionero Hugo Moyano vive en Barracas. Tiene domicilio legal en la calle San José al 1700, pero tiene se sabe que posee una mansión en Parque Leloir, con espacio para caballeriza, pileta casi olímpica y vigilancia propia las 24 horas. La casa está enquistada en un frondoso bosque natural, que hoy es reserva ecológica, y que le proporciona a Moyano un clima de paz y tranquilidad ante el bullicio de Constitución. Está avaluada en u$s 1 millón y la dirección es De Los Baqueanos al 800. Según se informó tiempo atrás, fue adquirida en 2004 por la empresa Dixey, una proveedora de servicios informáticos vinculada al Sindicato de Camioneros. Hoy, la usufructúa su hijo Pablo, imposible de no saber que está allí dentro cuando se estaciona un camión enorme en la puerta.

Su esposa Liliana Zulet, también tendría una propiedad en Parque Leloir, partido de Ituzaingó. La enorme casaquinta tiene una garita de seguridad privada en la esquina y está ubicada en Udaondo al 3200, la única calle asfaltada del parque. Está en venta sin cartel y piden desde hace más de dos años u$s 1,2 millones. Uno de sus anteriores dueños habría sido un importante empresario de la carne. A la espera de alguna oferta que nunca llega, los Moyano construyeron en el terreno lindero un complejo de cabañas pare recibir a familiares y huéspedes.

Sin embargo, Moyano es un hombre con varias ocupaciones y varios domicilios. Este medio pudo acceder a un listado de bienes que se le atribuyen en la Capital Federal, Banfield y Mar del Plata. En la ciudad balnearia le asocian dos propiedades: una en Grecia 2100 y otra en Francia 3400. En el sur bonaerense figura bajo su órbita un caserón en Viamonte 1200. En Buenos Aires tendría departamentos y oficinas en Sánchez de Loria 2100, Quintino Bocayuva 1700, Jujuy 900, 15 de noviembre 2500, Inclán 3700, Uruguay 600 y en Avenida Montes de Oca 400.

Otro que figura con propiedades millonarias es Roberto Fernández, jefe de los colectiveros. Según se versiones en 2006, Fernández compartió con su antiguo jefe y exmandamás en la UTA, el fallecido Juan Manuel Palacios, la explotación de un emprendimiento rural llamado «Calema».

Calema S.A. fue el sello que se habría utilizado el colectivero para comprar miles de hectáreas en La Pampa y en localidades como Carlos Casares y Pehuajó. A «Calema» se le atribuye la propiedad de 380 hectáreas de la imponente estancia San Ignacio, ubicada al sur de Henderson, en el partido de Hipólito Yrigoyen, a unos 440 kilómetros del Obelisco. Por esa chacra, la empresa adjudicada a Fernández y a uno de los hijos de Palacios, habría pagado más de u$s 1.100.000.

En 2010 también se supo que «Calema» tendría vínculos con la firma extranjera Vandalia Investments Limited, con domicilio original en Las Bahamas, un paraíso fiscal utilizado para el lavado de dinero y la evasión de impuestos. Lo curioso fue que en la Argentina la empresa offshore dio como domicilio fiscal una casa de la familia de Fernández, donde durante muchos años vivió el colectivero con su mujer, pero que luego le cedió a su propia madre.

El titular de La Fraternidad, Omar Maturano, es otro de los sindicalistas dueños del paro que «vive como un rey». Según se ventiló en los medios, el jefe de los maquinistas ferroviarios vive en un lujoso departamento ubicado en Santa Fe y 9 de Julio y tiene a su disposición una flota de autos de alta valuada en casi $ 2 millones.

El gusto de Maturano por los vehículos importados de excelencia salió a la luz semanas atrás, cuando un periodista lo filmó en la vía pública a punto de subirse a Audi A5 último modelo color gris plata. Esa máquina vale más de $ 1 millón. El gremialista fue interceptado luego de participar de la reunión donde se fijó la fecha de este paro.

Los registros oficiales también revelan que Matuarno además tiene a su nombre otros dos autos de primera gama. Se trata de la camioneta Audi Q5, valuada en más de $ 720.000 y un Mercedes Benz 250 antiguo, de colección, cotizado en más de $ 100.000.

Entre las propiedades que el conductor de trenes disfruta con su cuarta mujer se destacan una estancia de varias hectáreas en Zárate y otra quinta en San Isidro. El campito en la provincia, al que muchos coinciden en definir como una «chacra con todas las letras», tiene un quincho de 500 metros cuadrados para armar populosos asados con sus colegas.

De Ricardo Cirielli, de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y actual aliado a Moyano, trascendió que posee una casa en el Barrio Altamira, en el municipio de Tigre, valuada en u$s 395.000. La mansión se erige en un lote de más de 1.000 metros cuadrados. Por la ubicación en el country, el dirigente aeronáutico tiene del acceso directo a dos lagunas de cinco hectáreas cada una, donde se puede practicar deportes náuticos al aire libre. A Cirielli también le gustan los autos de alta gama: manejaría una camioneta Nissan Murano de más de $ 600.000.

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