«Algunos del GEN me querían aliada con Macri»

El lugar del escenario político en el que queda parado un dirigente nunca depende sólo de la posición que tome, también cuenta lo que pase con los otros. Los tableros se arman como un rompecabezas en el que las piezas van encajando según la forma de las demás. En el GEN que lidera Margarita Stolbizer, que anunció su precandidatura presidencial el pasado 9 de abril, parten de la base de que los planetas se alinearon para que ellos representen de modo nítido a ese segmento difuso del electorado que se autodefine «progresista». A tal punto confían en esto que, el conglomerado de fuerzas que respalda a la diputada, entre ellas el socialismo de Hermes Binner, decidió ponerle al nuevo espacio ese nombre. Se llamará «Progresistas», a secas.
La fe en la posibilidad de representar a este sector se basa en dos pilares: el giro a la derecha de la UCR por su acuerdo con el PRO y la posible candidatura de Daniel Scioli en el Frente para la Victoria, a quien consideran una expresión «conservadora».

En una entrevista con Tiempo Argentino, Stolbizer dijo: «Queremos darle contenido a la palabra progresista y salir de las conformaciones políticas que se hacen sólo con objetivo electoral. Queremos darle a la Argentina una alternativa socialdemócrata que dure en el tiempo. No sólo para la próxima elección. Logramos confluir con organizaciones sociales, de Derechos Humanos y personas de distintos lugares partidarios.»

–Usted dijo que creía que podía tener votantes que en 2011 eligieron a Cristina…
–Estoy convencida de que es así. Cristina logró muchos votos en 2011, el 54%, y lógicamente fue una caudal muy diverso. Creo que hubo un sector que se sintió expresado desde la centro-izquierda y hoy ya no es así. Por algo las encuestas indican que el FPV no tiene el respaldo con el que contó hace cuatro años. No creo que se sientan representados, por ejemplo, por decisiones como sostener a (César) Milani al frente del Ejército. Los que se conmovieron cuando (Néstor) Kirchner bajó el cuadro de (Jorge Rafael) Videla en el Colegio Militar se decepcionan con Milani, sospechado de violar los Derechos Humanos. Además, si el candidato del FPV finalmente es (Daniel) Scioli, me parece un dirigente con puntos de contacto con (Mauricio) Macri y (Sergio) Massa. Por ende, no será fácil transferirle todo el respaldo del FPV.
–Hay intendentes del GEN, como Sergio Buil (jefe comunal de Rivadavia, provincia de Buenos Aires), que sellaron una alianza con el PRO. ¿Por qué?
–Hay de todo un poco. Puede haber algo de pragmatismo. Buil tiene una gran gestión y creo que le agarró el temor de no poder seguir al frente del municipio. A mí me parece razonable que un buen intendente reciba el respaldo de otras fuerzas porque es un reconocimiento a su gestión. El tema es que Buil planteaba que yo también me sumara al armado con el PRO. Eso nos distanció.
–Pero Buil irá en la boleta de Macri y no con usted…
–Sí. De todos modos, él, al igual que otros, está convencido de que hay una república en riesgo y que tenemos que aglutinarnos todos…
–El relato de (Elisa) Carrió…
–Sí. Eso se instaló incluso dentro del GEN. Hay algunos intendentes que lo defienden como idea y se van con Macri. Algunos están convencidos de esto. No lo hacen sólo por la ecuación electoral.
–¿Fue un error haber confiado en la posibilidad de construir ese espacio que usted define progresista con la estructura de la UCR?
–A la distancia parece un error. Yo, en ese momento, creí que los que estábamos ahí debíamos estar juntos. Yo creo que el radicalismo es un partido de principios. El tema es que quienes lo conducen no se basan en esos principios sino en las necesidades electorales. Así toman las decisiones y se equivocan.
–¿Cuál fue el principal error del Frente Amplio UNEN (FAU)?
–Uno importante, no el único, fue haber armado la estrategia de tener cinco precandidatos presidenciales. (NdR: eran Ernesto Sanz, Julio Cobos, Elisa Carrió, Hermes Binner y Fernando Pino Solanas). Fue una estrategia muy fotográfica. Se sacaban instantáneas juntos y no había discusión política.
–¿Hay un sector del electorado radical que puede acompañarla luego del acuerdo UCR-PRO?
–Sin duda. Las dos grandes corrientes de votos que nosotros podemos tener son, en primer lugar, los radicales descontentos con las alianzas de su partido, y luego, sectores progresistas que acompañaron a Cristina.
–Las campañas electorales son más complejas para las fuerzas que tienen menos estructura y recursos. ¿Cómo imagina la de ustedes?
–El despliegue económico de Scioli, Massa y Macri es obsceno. Nosotros vamos poner la austeridad como valor. No compartimos que una campaña deba costar 200 millones de pesos. Vamos a lograr una agenda que nos permita tener visibilidad más allá de los sponsors y los medios. Vamos a recorrer todo el país y trabajar sumándonos a otros eventos. Tendremos una campaña de contenidos. Por ahora sólo hay slogans o posturas demagógicas, como hablar de jueces saca presos o de levantar el cepo (al dólar).
–¿Por qué si el GEN se define progresista no acompañó la estatización de las AFJP, ni la de Aerolíneas Argentinas, ni la de YPF?
–Hay puntos en los que siempre tuvimos diferencias con el gobierno. Tampoco acompañamos la nacionalización de los ferrocarriles que se votó esta semana. El gobierno instala un relato fantástico. Pero luego, por abajo, es distinto. El proyecto de ferrocarriles seguirá manteniendo los negocios en manos de los privados y no contempla ningún lugar para los trabajadores y los usuarios. Cuando explotó la causa Ciccone, por ejemplo, apareció el proyecto de soberanía monetaria y el objetivo real era tapar el escándalo con un discurso nacionalista.
–¿La reestatización de las jubilaciones también fue eso?
–No la pongo en el mismo lugar. Más allá de la postura que tuvimos cuando se debatió, creo que es un área en la que muchas cosas se hicieron bien. Tenemos que mantenerlas en el Estado. Lo que sí cuestiono es la falta de transparencia en el manejo de los fondos.
–Antes criticó a Milani. Su permanencia al frente del Ejército, ¿invalida los juicios que se han hecho y se están haciendo a criminales de la última dictadura?
–Una cosa no quita la otra. Es cierto. También podemos mencionar la Ley Antiterrorista y la persecución con algunas comunidades originarias. El gobierno instaló el relato de los Derechos Humanos sobre la base de Memoria, Verdad y Justicia. Nosotros tomamos y compartimos lo que se ha hecho en materia de juicios sobre la dictadura, pero eso se choca con otras decisiones.

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