Proyecciones fallidas del horóscopo liberal 2014

Lo cierto es que en el acumulado del año 2014, la inflación fue del 23,9% anual acumulada. El resultado del IPCNu mostró un progresivo desaceleramiento del nivel de incremento de los precios a lo largo del año. En el mes de enero, la inflación alcanzó un 3,7%, acentuada, entre otros factores, por la fuerza de la corrida cambiara ejecutada en el mismo mes y la necesidad de arribar a un tipo de cambio que continuara preservando la competitividad de la economía local. Tal como indica el informe del GEENaP «Predicciones Fallidas de los Economistas Liberales 2014», para el mes de abril, la tasa alcanzaba el 1,8% y en noviembre un 1,1%, demostrando la tendencia decreciente derivada del ejercicio de control de precios por parte del Gobierno nacional y la estabilización de las principales variables económicas.

La realidad es que la implementación de políticas económicas para contrarrestar dicha situación ha surgido siempre del seno y del ingenio del gobierno nacional, mientras que el arco opositor -siempre protegido por el Multimedio- toma a la inflación como sujeto y precandidato en las campañas políticas de ataque contra el gobierno sin presentar una solución alternativa coherente.

Las políticas implementadas por el Ministro de economía, Axel Kicillof, abarcan, por un lado, el control de precios que evitó el crecimiento desmesurado del nivel general de precios y el sostenimiento de las políticas de preservación de los ingresos de la población. Vale destacar que, si bien el Estado Nacional tiene una mayor capacidad en términos de política económica y de injerencias para la regulación en la materia, sólo en exceptuados casos se han destacado políticas propias de control de precios por parte de los gobiernos provinciales y municipales. Sin ir más lejos, la Ciudad de Buenos Aires obtuvo, según su propio índice, un incremento de la tasa de inflación del 1,8% con respecto al mes de octubre. Es decir, el distrito que ejecuta uno de los mayores incrementos impositivos, no implementa ningún tipo de políticas de regulación o control de los precios.

El Programa de Precios Cuidados – como política superadora de los acuerdos de precios – regula las distintas instancias de la cadena de formación de precios, incluyendo a comercializadoras, distribuidoras y sus proveedores, para establecer precios de referencia con márgenes razonables de ganancia y con efectos directos e indirectos de preservación del nivel de los precios, aplicándolos al inicio sobre los principales bienes de consumo, y sumando luego nuevos bienes, como los de la construcción y electrónicos, motovehiculares y de telefonía, entre otros. El Programa ha delineado, así, una vara para los precios de los productos similares que no están comprendidos en él pero que deben competir con aquellos que sí.

Por otro lado, las políticas de preservación de los salarios abarcan el sostenimiento de los acuerdos paritarios, que cerraron su promedio en un 29%, es decir, que el salario promedio para los trabajadores registrados, conservó su poder adquisitivo en relación al índice de inflación anual acumulada. En simultáneo, se incrementó el salario mínimo a $ 4.400 en septiembre y a $ 4.716 para el mes de enero 2015. También se aumentaron las jubilaciones cuyo mínimo es de $ 3.231,76, alcanzando un 30,45% anual. Del mismo modo opera la actualización periódica de las asignaciones familiares que complementan los ingresos.

El mantenimiento de los subsidios a la demanda de los servicios públicos (agua, luz y gas) y los transportes, aportan también a la preservación de la capacidad de consumo de la población. En sintonía con ello, se estableció un acuerdo con las provincias petroleras, las empresas productoras, estaciones de servicios y gremios, para la reducción de un 5% en los precios promedio del combustible en surtidores. Esto se vincula con la fuerte caída del precio internacional del petróleo. Se acordó también una rebaja de u$s 7 en el precio local del barril de crudo, lo que favorece indirectamente la reducción de costos de producción de la economía en general.

Lo que resulta en definitiva visible, es que las medidas de control y regulación de precios funcionan. Las proyecciones azarosas y apocalípticas que propiciaban-una vez más-el inicio de una escalada inflacionaria sin control, no sólo fallaron en el nivel de sus predicciones, sino en el intento de manipulación de la realidad por la que permanentemente estimulan la inestabilidad política del gobierno.

Fuente: ámbito.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *