«Nunca había sospechado que podía ser hijo de desaparecido»

Carlotto señaló en conferencia de prensa que el joven se acercó a la sede de la institución «pocos días después del encuentro de Ignacio Guido Carlotto», su nieto buscado durante más de tres décadas.

«Es un joven que nació sietemesino en la ESMA (ex Escuela de Mecánica de la Armada) en enero de 1977, hijo de dos militantes del Frente Argentino de Liberación», sostuvo la referente de los derechos humanos. Aunque no ahondó en datos personales del joven, Carlotto contó que «es un muchacho sano que ya pudo reencontrarse con sus familiares». 

De la conferencia de prensa realizada en la sede de Abuelas participaron el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda; la titular de la Conadi, Claudia Carlotto; y los diputados nacionales Horacio Pietragala y Remo Carlotto, entre otros.

En un comunicado de prensa posterior, la entidad destacó que «en el Día de los Derechos Humanos, las Abuelas de Plaza de Mayo estamos reunidas para compartir la feliz noticia de que el hijo de Ana Rubel y Hugo Alberto Castro recuperó su identidad».

Abuelas aseveró que se trata de un caso «muy particular», dado que durante muchos años se sabía que el hijo de Hugo Castro había sido apropiado luego de que su mujer diera a luz en la ESMA, pero faltaba la información acerca de quién era ella. Recién en 2000, por una investigación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y las declaraciones de los sobrevivientes de la ESMA quedó confirmado que la mujer mencionada en las denuncias como «Ana de Castro» era Ana Rubel de Castro. Fue entonces que la hermana de Ana, Perla Rubel, se comunicó con su prima Delia Susana Horowitz, quien había sido la última persona en estar con ella antes de que la secuestraran. Delia le ratificó que ese día, 17 de enero de 1977, Ana le había contado que estaba embarazada».

El parte de presa explicó que «como los padres de Ana ya habían fallecido, a pedido de Abuelas se realizó la exhumación de sus cuerpos para obtener material genético e incorporarlo al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). De esta manera, en 2008 pudo completarse el perfil del grupo familiar Castro-Rubel».

«El hijo de Ana Rubel y Hugo Castro decidió indagar sobre su identidad en agosto de este año. Fue a los pocos días de conocerse la restitución de Ignacio Guido Montoya Carlotto, cuando una persona cercana a la familia que lo crió se animó a confesarle que no era hijo de quienes decían ser sus padres. Él nunca había dudado de su identidad ni había sospechado que podía ser hijo de desaparecidos. Esa información, que le ocultaron durante 37 años, permitió la semana pasada encontrarse con su verdad y su familia», completó.

Asimismo, Abuelas subrayó que «cuando el nieto se enteró de esto, el hombre que lo crió le confesó que se lo entregaron en el Hospital Pedro Elizalde. Le contó que dos personas entraron con un bebé prematuro en brazos y, como nadie lo reclamaba, se lo quedó y lo inscribió como hijo propio».

«Con esta información, el hijo de Ana y Hugo se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo el 16 de octubre último para comenzar la búsqueda sobre su origen. Fue recibido por miembros del equipo de Presentación Espontánea de la institución, quienes después de escuchar su historia, encontraron elementos suficientes como para derivarlo a la Conadi. Allí continuaron la investigación y solicitaron el estudio de ADN al BNDG», remarcó.

Fuentes: Ambito Financiero/Telam

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